La concejal de Hacienda, Lourdes Caselles, en una imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINA. BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm prevé que cuando acabe el año tendrá una deuda viva de 38.697.719,81 euros. Así lo recoge un informe de intervención del segundo trimestre de 2018. Esto quiere decir que la previsión cae en seis millones lo que hace un año pronosticaban, es decir, 44 millones de euros. Hay que tener en cuenta que el Consistorio sigue apretando el cinturón con el Plan de Ajuste aprobado desde 2012 y que durará hasta el 2020.
Una cifra que deja atrás los 110 millones de euros de deuda con los bancos que se llegó a superar en los peores años de la crisis. Pero las previsiones siempre han ido a mejor a cada cierre de ejercicio. Para 2016 estaba previsto que terminara el año con una deuda de 74,9 millones de euros, pero quedó en 63,2 millones de euros.
El año 2018 lo empezaron con una deuda de 52,1 millones de euros y si se cumplen las previsiones, e incluso baja aún más según lo que esperan fuentes del consistorio, podrían mejorar esta cifra en más de 15 millones de euros en un año.
Según el Plan Presupuestario 2018-2020, prevén que baje en 2019 a los 34.471.194,99 y en 2020 a 25.680.11975 de euros de deuda viva. Números que se pueden ver mejorados gracias al remanente que se han destinado obligatoriamente a amortización, motivo por el cual han rebajado tanto la deuda en los últimos años, superando las previsiones ampliamente.
La concejal de Hacienda, Lourdes Caselles, indicó a este diario que una de las causas más importantes para la reducción de la deuda de este año es debido a la amortización anticipada. Es más, estos informes económicos para conocer al situación de las arcas municipales ya incluyen una amortización extraordinaria pendiente de hacer de 4,2 millones de euros.
Como ya explicara este diario en su momento, en el periodo en el que se disparó la deuda, el gobierno local intentó frenarlo, siendo una de las medidas más importantes la merma en las inversiones. En 2011 era de 1,4 millones de euros, y cayó hasta los 687.114 euros en 2012, y más escaso fue un año después, con 245.773 euros, durante la gestión de la edil de Hacienda del PSOE, Natalia Guijarro.
En 2014 pudo subir hasta los 628.750 euros, para un año después llegar a los 2,5 millones de euros. Ya en 2016, con unas cuentas más saneadas, el Ayuntamiento realizó inversiones por valor de 4,9 millones de euros y 4,7 en 2017, una cifra que se llegó a duplicar para 2018, eso sí, teniendo en cuenta las diferentes subvenciones recibidas. Además de las inversiones, la edil socialista explicó en aquel entonces las diferentes medidas que recogía el Plan, como la amortización de las plazas vacantes de la Relación de Puestos (RPT) de Trabajo de 2012, y el aumento de algunas tasas, como cementerios, o las plusvalías.
