ALICANTE. El proyecto de la empresa ilicitana de ropa y artículos deportivos Sprinter para trasladar su sede y su principal centro logístico al polígono de las Atalayas en Alicante, tal como ha venido contando este diario, tendrá efectos colaterales positivos para la provincia. La portuguesa Sport Zone, propiedad del grupo luso Sonae, también ha trasladado su domicilio social a la capital alicantina, tras el acuerdo de 'fusión' con JD Sports y la propia Sprinter.
Como ha publicado Alicante Plaza, el grupo formado por la británica JD Sports y la ilicitana Sprinter, JD Sprinter Holdings, llegó a un acuerdo a mediados de 2017 con la portuguesa Sonae, dedicada también al comercio de textil, calzado y artículos deportivos, para constituir un grupo multimarca en la Península: Iberian Sports Retail Group. Una 'joint venture' que persigue atacar el liderazgo de Decathlon en el sector, y que nace con un volumen de ventas agregado de 500 millones de euros en España.
En paralelo a esta operación, validada por las autoridades de Competencia de la Unión Europea el pasado enero, Sprinter ha trabajado durante el último año en su traslado al polígono de las Atalayas en Alicante, en las antiguas naves de Altadis (propiedad ahora de Trinitario Casanova), donde está terminando de construir un silo robotizado. El traslado desde Alicante permite a la firma ganar en capacidad logística, ante las perspectivas de crecimiento que maneja el grupo. Tal como publicó este diario en abril, Sprinter ya ha fijado su domicilio social en estas naves, en la avenida del Euro, donde estarán también sus oficinas principales.
Ahora, es Sport Zone España, la filial española del socio portugués, la que lleva su sede social a la misma nave. Obviamente, la 'joint venture' no solo busca acumular facturación, sino coordinar la gestión de las tres enseñas deportivas que operan en el país (Sprinter, JD y Sport Zone), que suman el 11% de la cuota de mercado en el canal del retail deportivo. De forma que la lógica apuntaba a que las tres firmas 'fusionasen' también sus sedes sociales.
La operación corporativa ha tenido además consecuencias sociales en la empresa lusa. Como ya contó este diario, el acuerdo ha supuesto la entrada de directivos portugueses en el consejo de Sprinter, donde los fundadores ilicitanos están ya en minoría desde que JD adquirió el 51%. Ahora, en correspondencia, son los españoles los que entran a formar parte del consejo de Sport Zone España. Y no dos directivos cualquiera, sino dos representantes de la familia Segarra, fundadora de Sprinter junto a los Bernad Vico (hoy fuera del accionariado).
Así, los nuevos consejeros de Sport Zone son Emilia Soria, matriarca de la familia fundadora (y expresidenta del consejo de Sprinter), y Silvestre Segarra, de la segunda generación familiar. Al igual que en el consejo de la enseña ilicitana, el nuevo presidente del consejo es el británico Peter Cowgill, de JD. Y el luso Miguel Mota Freitas, que ocupaba el cargo de presidente hasta ahora, pasa a ser vicepresidente (al igual que en la empresa española). Un movimiento puramente formal que mantiene el equilibrio de poderes en la representación del consejo en cada una de las firmas implicadas.