ALICANTE. La provincia de Alicante se precia de ser una de las más atractivas (si no la más) de España para los inversores extranjeros que buscan rentabilizar su capital a través de la vivienda. O, simplemente, para extranjeros (o españoles de otros puntos de la Península) de clase media que pueden y deciden pasar su jubilación en la Costa Blanca. También es uno de los territorios donde más han proliferado las viviendas turísticas legales desde que el anterior Consell se puso a ordenar el sector. Y, por terminar, la capital y otras ciudades que reúnen las mismas y atractivas condiciones tienen un serio problema de suelo finalista, que limita su capacidad de incrementar la oferta.
Todas estas realidades juntas han provocado que la Costa Blanca sea la provincia valenciana donde más ha crecido el precio del alquiler en los últimos doce meses, según un estudio de Asicval (la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat). Pero también es, curiosamente, donde más ha descendido la oferta de vivienda en alquiler en el mismo periodo, algo que ya no casa tanto con la rentabilidad que ofrece la inversión en ladrillo y la fuerte demanda de inmuebles en arrendamiento (cabría sumar a todo lo anterior el impacto de las dos universidades públicas en esta variable).
El estudio de Asicval cifra en un 40,5% la reducción experimentada en el último año por la bolsa de vivienda en alquiler en la provincia (en Valencia es del 29,9% y en Castellón del 23,8%). Un fenómeno que la asociación de agencias inmobiliarias atribuye al efecto de la nueva Ley de Vivienda, que entró en vigor hace cinco meses precisamente para evitar la especulación en este segmento. "La oferta de alquiler habitual en la Comunitat Valenciana ha descendido un 31% desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda, mientras que la demanda ha aumentado en un 14,9%", asegura Asicval. Un fuerte desequilibrio en el mercado del alquiler "tan solo cinco meses después de aprobarse la norma".
La provincia de Alicante, como se decía, es donde más se ha resentido la oferta (-40,47%) y también donde más ha subido el precio del alquiler de vivienda habitual (16,07%) en el último año. Una tendencia que el estudio atribuye al efecto de la nueva ley y que la asociación de agentes inmobiliarios (API) de Alicante ya vaticinaba el pasado mayo, al asegurar que la limitación de precios introducida por la norma tendría "el efecto contrario". La presidenta de los API alicantinos, Marifé Esteso, aseguraba entonces que "la experiencia vivida con la legislación catalana ha demostrado que, a medio plazo, los precios han aumentado y se ha reducido la oferta de viviendas en alquiler residencial".
Como consecuencia de la falta de oferta de vivienda de alquiler habitual y del comportamiento de los propietarios, las operaciones de gestión de alquiler habitual en las inmobiliarias valencianas han caído un 28,75%. La caída es más acusada, una vez más, en Alicante, con una reducción del 39,28% en la actividad. En este sentido, según el 24,33% de las inmobiliarias encuestadas, los arrendadores han decidido endurecer los requisitos exigibles a los inquilinos, y otro 20,68% opina que se han inclinado por subir las rentas para atenuar la demanda y ante el riesgo de impagos. La solución de vender el inmueble o destinarlo a alquiler turístico es otra de las razones que esgrimen los encuestados.
La encuesta sobre la evolución del alquiler de vivienda habitual desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, realizada por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) y la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana fue administrada online de forma aleatoria entre 637 profesionales inmobiliarios procedentes de toda España, 150 de la Comunitat Valenciana, entre el 13 de septiembre y el 15 de octubre de 2023. Asicval aglutina a 365 agencias asociadas repartidas por toda la Comunitat, de las que forman parte más de 1.200 profesionales.
