La tabla reproducida por Alicante Plaza recoge el nombre del municipio, el partido que gobierna, el número de habitantes y el total de ayudas recibidas.
En ese documento, aparecen cómo se repartieron los 58 millones de euros que la institución presidida por César Sánchez distribuyó las ayudas durante el año pasado. Aunque en el podio figuran un municipio de cada uno de los tres principales partidos -La Nucía, PP; Elche, PSPV-PSOE, y Els Poblets, Compromís-, la cuestión es que la segunda línea de actuación está plagado de municipios del PP, y destaca sobre todo, los ayuntamientos de los vicepresidentes, como Mutxamel, presidido por Sebastián Cañadas, responsable del área de Fomento; Planes, por Javier Sendra, de Medio Ambiente; Redován, Adrián Ballester, de Modernización, y Busot, de Alejandro Morant, titular del área de Hacienda.
La Nucía, Elche y Els Poblets lideran el ranking porque los tres municipios reciben una ayuda nominativa por un valor cercano al millón de euros. A ello hay que ayudar el resto de subvenciones que reciben por otras convocatorias.
En el segundo bloque, donde se hallan los municipios de los vicepresidentes de la institución, también se encuentran los ayuntamientos de Benidorm y Orihuela, los dos grandes bastiones del PP. Orihuela, junto a Bigastro, supera el millón de euros, mientras que Benidorm sobrepasa los 900.000 euros.
El segundo municipio del PSOE que aparece en el raking sería Onil en la posición 13, seguido de Villena, que es de Los Verdes, que sobrepasan los 800.000 euros anuales en ayudas de la institución provincial.
Crevillent, de otro vicepresidente de la Diputación y diputado del PP, César Augusto Asencio, también está en los primeros puestos del ranking. Y Xaló, el municipio del portavoz de Compromís, Gerard Fullana, con 745.000 euros
A continuación está Novelda, en teoría de UPyD, y después vendría otro bloque de ayuntamientos socialistas, como Xàbia, Sant Joan d'Alacant y Pilar de la Horadada, con cantidades anuales que oscilan entre los 700.000 y los 600.000 euros. También aparecen Alcoy y Pinoso, otros dos municipios gobernados por alcaldes socialistas, y otros del PP, como San Fulgencio.
Se da la circunstancia de que actualmente San Fulgencio tiene un alcalde no adscrito, toda vez que Carlos Ramírez ha sido condenado por prevaricación y debe cumplir una condena de 7 años por inhabilitación para ejercer cargo público.
El tercer bloque es el de los municipios mayormente socialistas, con un total de ayudas que oscila entre los 600.0000 y los 430.000 euros.
El principal ayuntamiento que gobierna Ciudadanos es Castalla, municipio que ha recibido una cantidad cercana a los 430.000.
En cuanto a municipios grandes, gobernados por el PSOE que han recibido cantidades menores destaca San Vicente de Raspeig, La Vila Joiosa y Elda.
Y, por último, destaca el caso de la ciudad de Alicante, que sólo ha recibido poco más de 70.000 euros durante el pasado ejercicio. También el de El Campello, con poco más de 50.000 euros.
En cambio, el municipio del presidente, César Sánchez, Calp, recibió poco más de 350.000 euros, aunque bien es verdad que actualmente está ejecutando un proyecto de cuatro millones de euros que se le adjudicaron en los primeros años de mandato para la construcción de dos rotondas en la N-332 para los nuevos acceso a la ciudad.
Las nominativas, el gran debate
El ranking elaborado por Esquerra Unida incluye las ayudas nominativas; es decir, las subvenciones otorgadas de manera directa por el equipo de gobierno. Este tipo de ayudas ha generado mucho debate durante los últimos meses en la Diputación de Alicante, sobre todo, a raíz de las ayuda de 700.000 euros que se concedió al Ayuntamiento de Busot para la construcción de un pabellón polideportivo. La ayuda fue recurrida por Compromís y actualmente está suspendida cautaleramente por la justicia. No obstante, esta polémica ha finalizado con un acuerdo entre PP, PSPV y Compromís para consensuar las ayudas de 2018, entre ellas, el Plan de Obras y Servicios, la principal iniciativa inversora de la institución provincial. Curiosamente, EU no se sumó a ese acuerdo. La gran incógnita es saber qué pasará en el futuro es la regulación de las ayudas directas: hay consenso entre PP y PSPV de cómo deben darse, pero Compromís sigue estando lejos del acuerdo. Considera que deben tener un carácter de urgencia y excepcionalidad. PP y PSPV son más flexibles en los criterios de adjudicación. El debate, por tanto, continúa.
