ALICANTE. Saliendo del Rico Pérez después del partido contra el Atlético Levante, charlé con un entrenador que sabe del tema. ¿Qué te ha parecido el partido? Es que yo lo veo desde otro punto de vista, dice. ¿Y desde ése punto de vista qué tal? Pues muy bien, sigue, no es fácil. Delante tienes un equipo de chavales muy buenos que se cierra bien atrás... Tú creas peligro, balón parado, enchufas uno y tres puntos. Para estar contento.
Supongo que el hombre me decía lo del otro punto de vista porque pensaba que yo andaba más crítico. Y para nada. Yo también salía satisfecho después de ver al Hércules ganar su séptimo partido de liga y tras dejar su portería a cero por novena vez de catorce posibles. Tampoco hace falta ser entrenador para ver que el filial del Levante es un equipo bien armado y que en el Rico Pérez metió el autobús hasta el césped. Tanto es así que de los muchos amigos que saludaban a Granero en su vuelta a Alicante alguno se lo dijo. Vaya autobús, Granero, no te cortas. Sácalo del césped, lo estamos cuidando que viene el Barça...
El caso es que cuando terminó el partido del domingo, la gente desfilaba para casa y se escuchaba cierto debate sobre si el equipo juega bien o mal o si con este fútbol será suficiente a la hora de la verdad. En mi humilde opinión, sobre lo primero no hay debate. Si el Hércules gana partidos y va hacia arriba, pocos se preocuparán por si el juego es bonito o feo. Del pozo hay que salir como sea y cuanto antes. El problema es cuando no juegas bien ni ganas. Pero de eso nos ocuparemos cuando suceda.
El equipo de Tevenet compite con el cuchillo entre los dientes en todos los partidos. Algunos no ven el estilo de juego. Yo sí: no cometer ni un error en defensa y matar con la pólvora que hay en ataque. Y llegar por bandas, centrar desde atrás, forzar jugadas a balón parado... En definitiva, el Hércules sí sabe a lo que juega. Es un equipo ordenado, que no es lo mismo que un equipo defensivo. Después puede salir un mal día, que venga Granero con su autobús o que al técnico le de un ataque de entrenador en Sagunto. Pero hay una idea de juego y parece que la plantilla cree en ella. ¿Será suficiente cuando venga en play off la Cultural o el Toledo? Por lo visto hasta ahora, quizá no. Pero el margen de mejora es evidente. Sobre todo en ataque, donde los llamados a marcar la diferencia no han mostrado todavía su mejor nivel.
Así que yo esta semana soy el vecino optimista. Pero tampoco nos vengamos muy arriba que hay equipos como el Alcoyano que lo están haciendo bastante mejor y con jugadores que el Hércules no quiso renovar.
Y mientras tanto aquí estamos entre partidos de filiales. Algo que también escuece al personal. De aquel 0-6 en el Madrigal a sentir "miedito" porque visita Alicante el siempre peligroso Villarreal B, mientras su primer equipo, el del 0-6, pasea su modelo de club por Europa. Allí fue Roig y aquí Ortiz, debate que también dejaremos para otro día.