Las naves adquiridas por Bufort para situar parte de su actividad. Fotos: RAFA MOLINAALICANTE. No hay marcha atrás. Las dos históricas harineras situadas en el barrio de Benalúa de Alicante preparan su traslado definitivo al polígono industrial Riodel en el municipio de Mutxamel, lo que deja el camino despejado para que pueda desarrollarse la urbanización y promoción de viviendas en los terrenos de su Plan Parcial. Salvo contratiempos de última hora, la operación de traslado de las dos fábricas se desarrollará en el mes de julio, ya que Harinas Bufort acaba de cerrar un acuerdo de compra sobre dos naves industriales de dicho polígono para reorganizar parte de su actividad, en una operación intermediada por Nolon Real Estate.
La compañía prevé dedicar esos dos edificios (unas instalaciones de 1.050 metros cuadrados que permanecían sin uso desde su construcción, en 2007) al envasado y distribución del producto. No en vano, disponen de capacidad para almacenar 800.000 kilos de harina. Por su parte, el almacenamiento del cereal se reorganizará en la fábrica de la que Bufort dispone en el polígono de Campollano, Albacete. Por último, en principio, la moltura y mezclado necesario para la fabricación de la harina se producirá en Elche, después de que la empresa haya alcanzado un acuerdo de colaboración con Harinas Serrano: otra de las firmas históricas del sector.
Con el traslado de parte de su actividad a Mutxamel, Harinas Bufort sigue, así, los pasos de Harinas Cloquell que ya ha iniciado la construcción de su nueva fábrica en el mismo polígono de Mutxamel, como informó este diario. La nueva sede de Cloquell se levantará sobre una parcela de 5.600 metros cuadrados, a la que se suma una reserva de espacio adicional de otros 7.000 metros más para desarrollar futuras ampliaciones.
La construcción de la nueva fábrica de Cloquell.
El proyecto comprende la construcción de un edificio de 1.800 metros cuadrados distribuido en tres cuerpos con capacidad para almacenar 800 toneladas de harina. En su caso, se trata de organizar todo el proceso de producción que ahora se concentra en las instalaciones de su fábrica de Benalúa en un mismo edificio: moltura, mezcla, envasado, almacenamiento y distribución.
Así, en el nuevo complejo se prevé la construcción de depósitos de hasta 14,5 metros de altura: uno de los hitos centrales del proyecto de la nueva fábrica, en la que se contempla una inversión superior a los dos millones de euros, según fuentes consultadas. Como avanzó Alicante Plaza, el objetivo de Cloquell también es poder centralizar su actividad en Mutxamel desde este mismo verano. A partir de entonces, las dos industrias podrán seguir compartiendo sinergias, ya que sus respectivas instalaciones se encuentran en parcelas literalmente enfrentadas del polígono de Riodel. Se trata, además, del recinto industrial promovido por los propietarios de las harineras en 2006, tras constituir una UTE junto a Elecnor, y que hoy ya concentra las sedes de otras grandes empresas como Calconut, Alumed o Tescoma.
Recreación virtual de las futuras instalaciones de Cloquell. En la actualidad, las dos harineras alcanzan una facturación anual de 6,5 millones con la fabricación y distribución de 20 millones de kilos. Las dos industrias suman, además, una plantilla de 50 trabajadores, que se ha consolidado pese a la reducción de las ventas de un 25% como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus, arrastrada por la caída de demanda de pan, con las sucesivas restricciones acordadas para el sector hostelero.
El traslado de las dos industrias supone, en realidad, el regreso a las raíces del negocio familiar, impulsado en 1927 desde Mutxamel. El salto al barrio de Benalúa de Alicante se produjo en 1934, cuando el fundador del grupo matriz, Francisco Bufort Alemany, abordó la construcción de las fábricas actuales, junto al trazado de la actual avenida de Elche.
La fábrica original, en una imagen captada en 1935.Como también ha informado este diario, los propietarios de Harinas Cloquell y Harinas Bufort y el Ayuntamiento de Alicante han alcanzado ahora un principio de acuerdo para tratar de reorganizar el Plan Parcial de la Unidad de Ejecución de las harineras con el propósito proteger los elementos de valor arquitectónico de los edificios de esas dos fábricas. En principio, se trataría de los silos y del edificio de Harinas Bufort con fachada a la avenida de Elche.
En función de ese acuerdo, que conllevaría una redistribución de volúmenes para garantizar la misma edificabilidad asignada al Plan Parcial, esos edificios se convertirían en propiedad municipal, como aprovechamientos que corresponden a la administración por el desarrollo de la urbanización. En el Plan Parcial se contempla la construcción de 145 viviendas, que completarían el nuevo barrio de Benalúa Sur, después de que ya se haya concluido la urbanización de la primera Unidad de Ejecución en la que se prevé levantar 595 viviendas.
