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las cuentas solo pueden destinar a inversiones reales un 2,7%

La 'joint venture' Ineca-CEV señala las debilidades del Presupuesto de Puig: deuda y baja ejecución

2/12/2021 - 

ALICANTE. El proyecto de presupuestos de la Generalitat para 2021 ha colmado las aspiraciones del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) y de la patronal alicantina, CEV Alicante, en cuanto a las inversiones previstas en la provincia. Ambas organizaciones, que han formado una 'joint venture' con vocación de perdurabilidad para fiscalizar el trato de la Administración a la provincia (ya lo hicieron con los Presupuestos Generales del Estado), se congratularon este miércoles porque el Consell lleva dos años ("ya es una tendencia") contemplando el peso poblacional de la provincia en su inversión territorializada.

Hasta aquí las buenas noticias. Tal como señalaron el presidente de CEV Alicante, Perfecto Palacio, el de Ineca, Rafael Ballester, y el director de Estudios del think tank, Francisco Llopis, el proyecto de presupuesto para 2021 adolece, como viene siendo habitual, de una insuficiente territorialización de las inversiones previstas (solo se sabe dónde se van a destinar el 50%), y viene precedido por la baja ejecución de las inversiones presupuestadas en los años anteriores. Y a todo ello hay que añadir un tercer factor "preocupante": la parte del presupuesto que se destina a devolver deuda crece al mismo ritmo que las cuentas desde 2014, y el último año superó los 8.000 millones.

En 2020, por ejemplo, se ha ejecutado el 96% de lo presupuestado en términos generales, pero en el caso de las inversiones, se han ejecutado 487 millones y se han quedado en el limbo otros 256. Es decir, se ha ejecutado el 65% del capítulo VI. En cuanto a las transferencias de capital presupuestadas, se han ejecutado 536 millones y se han quedado sin ejecutar 331 millones, por lo que el grado de cumplimiento es del 61% en el capítulo VII. En total, la cantidad no ejecutada en 2020 de inversiones reales más transferencias de capital supone el 44% de lo que se presupuestó.

La baja ejecución, además, se produce sobre unas partidas que ya suponen de por sí una parte mínima del presupuesto autonómico. En el presupuesto de 2020, por ejemplo, las inversiones reales suponen solo el 2,7% de los 27.356 millones de euros. Se trata del porcentaje más bajo de los últimos años, junto con el de 2018, desde que a partir de 2010 este porcentaje cayese en picado desde los 8,2 puntos que suponía entonces. En paralelo, la parte del presupuesto de la Generalitat que se destina a pasivos financieros no ha parado de crecer desde 2014.

"Espiral de deuda"

Así, en 2014 el pasivo suponía 4.000 millones de euros sobre un presupuesto de 20.400 millones, una cantidad que consiguió reducirse ligeramente en los siguientes tres años, hasta que en 2018 se disparó a los 5.150 millones (sobre un total de 21.467 millones). En 2020, últimos presupuestos aprobados, el pasivo financiero ascendió a 8.000 millones de euros sobre un total de 27.356, como se ha dicho. "Es una situación preocupante", señaló Llopis, "porque ahora estamos con tipos de interés bajos, de forma que los gastos financieros no son significativos, pero los tipos comenzarán a subir y la deuda se puede disparar". 

En este sentido, el presidente de Ineca lamentó que los presupuestos del Consell han entrado en "una espiral de deuda y músculo inversor debilitado", algo que atribuyó al problema de la infrafinanciación que padece la Comunitat Valenciana. No obstante, defendió que "aumentar las inversiones reales, la territorialización y el grado de ejecución es una obligación moral para el Consell" con la provincia de Alicante. 

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