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influencia del idioma en la vertebración del territorio

La identidad en la frontera o un documental sobre cómo ser valenciano en los territorios del sur

28/11/2016 - 

ALICANTE. "La millor terreta del món". Tal vez el único concepto común compartido por todas las tierras del sur de esta Comunidad Autónoma también conocida como País Valencià. En el marco de las I Jornades sobre Llengua i Identitat al Sud: Es pot ser valencià sense parlar valencià?, que la asociación cultural El  Tempir organizó el pasado mes de abril, se presentó el documental Ser a la frontera sud, dirigido por el profesor del departamento de Sociología II de la UA, Lluís Català Oltra. El documental surgía de una iniciativa del propio Tempir, como una reflexión múltiple sobre cómo se vive en el sur el hecho de la identidad, si el factor lingüístico influye en su configuración, cuáles pueden ser las estrategias posibles para ofrecer posibles modelos de vertebración territorial de este polo básico del País Valencià o cuáles son las funciones y las dimensiones sociales del valenciano en esta zona. 

Construir una identidad valenciana al sur sin renuncias ni fracturas y con un claro respeto y mejor comprensión de las peculiaridades comarcales o poblacionales. Para ello, se elaboró un mosaico de entrevistas a personas de diversos pueblos de la frontera meridional de Alicante, con el objetivo de radiografiar las diferentes maneras de ver y sentir el "ser valenciano". 

El párrafo anterior es la justificación que se puede encontrar en la web de la Associació Cívica per la Llengua El Tempir, radicada en Elx, nacida en 1994, y cuyo objetivo principal es la recuperación de la lengua en la ciudad y su ámbito de influencia, después del período 1939-1975. La relación con los vecinos nunca es fácil, que se lo pregunten a cualquier presidente de comunidad de propietarios, o a los administradores de fincas. Si extendemos este símil a relaciones territoriales marcadas por recorridos históricos comunes, flujos de inmigración, lenguas hegemónicas en la administración y la educación, ejes económico-políticos descompensados y un país más largo y estrecho que un fuet de Vic (término que incluso muchos valenciano parlantes utilizamos, sin ser conscientes de que hablamos de un látigo), las relaciones gradan su dificultad un nivel más alto, en algún que otro caso hasta la incomprensión o el desprecio.

El documental recoge un mosaico de entrevistas a personas de diversos pueblos de la frontera meridional de Alicante, con el objetivo de radiografiar las diferentes maneras de ver y sentir el "ser valenciano".

Repican las campanas a difunto en un pueblo de les Marines, alguien pregunta "qui s’ha mort?", le responden "ningú, un castellà".  "El valenciano, a Valencia, esto es Alicante", se ha podido escuchar en muchas generaciones del Alto Vinalopó. Breves ejemplos de incomprensión mutua, de identidades pretendidamente contrapuestas que no se han parado, la mayor parte de las veces, a intentar hacer coincidir sus visiones de un territorio compartido. Fronteras exteriores, pero también interiores. Personales y generacionales.

La relación de muchos de los jóvenes con las lenguas es diferente de la de sus mayores. Salvo que el proceso de endoculturación se haya producido en total desconexión con el entorno informativo, educativo o cultural, el camino de normalización del valenciano desde los años 80 ha creado una línea argumental que a veces se sobrepone a las presiones políticas contrarias, a las sociedades impermeabilizadas por intereses a veces contrarios a los suyos propios. Las nuevas generaciones han visto (y escuchado atentamente) Bola de Drac, i prou.

¿Cuántas veces hemos escuchado decir que la Vega Baja del Segura es más murciana que valenciana? ¿Cuántas, en los mismos pueblos y ciudades de la Vega Baja: Cox, Orihuela, Albatera, Callosa, que ellos no se sienten ni murcianos ni alicantinos, sino de la Vega Baja, que es otra manera de ser valencianos? 

La primera frontera es la de uno mismo con sus prejuicios. La frontera de la identidad es la definición de los términos comunes aceptados por los miembros de la comunidad. Uno de ellos puede ser la lengua, o simplemente el respeto hacia ella. De hecho, este artículo podría haber sido escrito en valenciano. No lo ha sido como decisión consciente y opción de quién lo escribe, y de la dirección de este diario. La valoración de sus lectores ya será una prueba de fuego sobre las fronteras de la identidad. Hoy, lunes 28 de noviembre a las 12 horas, en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la UA, Lluís Català Oltra presentará el documental, contando con la presencia de Mar Iglesias, directora del Secretariado de Promoción Cultural y Lingüística de la UA; Josep-Enric Escribano, presidente de El Tempir, y del propio Lluís Català.

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