ELCHE. Aunque ya se veía venir por la trayectoria del equipo en los dos últimos meses, ha sido este domingo cuando se ha hecho realidad el descenso del Elche Club de Fútbol a 2ª División B, conocido coloquialmente como “el pozo de la Segunda B”. Una división que no pisaba desde hacía dieciocho años y de la que no sólo es difícil salir, sino que también es complicada la viabilidad económica y financiera. Un drama para miles de aficionados, pero que también tiene sus repercusiones más allá de lo estrictamente deportivo.
No hace falta recordar la masa ingente de dinero que mueve hoy el fútbol gracias a contratos publicitarios millonarios, apuestas, subvenciones o la simple publicidad de los estadios. Por eso, la importancia de que un club esté en Primera División no es poca, ya que coloca al equipo en cuestión en el mapa geográfico, algo que se puede traducir en beneficios para el turismo y para el comercio. En el caso del Elche, el descenso a Segunda División ya supuso un gran aliciente económico, puesto que el ascenso a Primera en 2013 había supuesto un impacto de 22 millones según un informe de la Cámara de Comercio de Alicante. Entre ellos se incluía el gasto en alojamiento, transporte, restauración o comercio; en definitiva un gran aumento del gasto en bienes y servicios. Algo que disminuyó mucho tras el descenso a Segunda División.
De hecho, como indica el presidente de la Asociación de Empresas de Servicios de Elche y Comarca (AESEC), José Rizo, es mucho peor el cambio de Primera a Segunda que de Segunda a Segunda División B, en el que reconoce que no se nota tanto. Aunque influirá en la hostelería, “porque pasas de mover a 15.000 personas a una cifra entre 5.000 y 7.000”. Eso sí, no duda en calificar de “desastre” el aciago final que ha tenido el club en estas últimas semanas. Principalmente el problema de terminar jugando en esta categoría es que “no es sólo la imagen del club, a nivel de imagen de ciudad, estar en Segunda B te quita bastante del mapa. Estar en Primera o en Segunda te posiciona, como el caso del Villarreal. Es importantísimo tanto para el turismo como para cualquier fabricante y para los establecimientos”.
En términos similares se expresa la edil de Turismo Mireia Mollà, que también explica que estos dos años tienen un impacto, y que coincide en que no se nota tanto la diferencia al pasar de Segunda a Segunda División B, aunque es previsible que haya menos pernoctaciones en la ciudad. En cualquier caso, también señala que el Elche es sólo un factor más de los que pueden sumar al turismo y a la ocupación hotelera del municipio. Eso sí, la imagen podrá desaparecer incluso en pequeños detalles como en las quinielas de algunos periódicos que no dan los resultados de esta categoría, matiza.
Respecto a ese deterioro de la imagen, Rizo hace referencia a lo chocante que resulta el tener asociado a una ciudad de un determinado nivel, como Elche, tener un equipo en esta categoría. Por experiencia propia asegura que viene una época difícil a nivel de impacto económico y empresarial: “ya hemos estado ahí y es un pozo”. En este sentido, muestra el hartazgo y la desilusión que genera otro descenso, no sólo en la afición, también la que va calando entre los empresarios que se movieron y pusieron dinero para que el equipo no bajara al pozo al que ahora ha descendido. Sobre esa dificultad, y para hacer especial hincapié en lo importante que es ‘estar en el mapa’, señala que el fútbol también te posiciona a nivel internacional por la cantidad de gente que sigue La Liga en el extranjero. Recuerda irónicamente cómo incluso le hablaron del Elche en una visita a Cuba.
Respecto a las soluciones o el futuro incierto que le espera al club, y a modo de balance de estos dos años fatídicos, señala que estas situaciones se dan cuando hay un montón de dinero e intereses en medio, y que por parte del Ayuntamiento poco se podrá hacer: “quien tiene que ponerse las pilas es la junta directiva e intentar motivar a sus socios y abonados para que vuelvan a confiar en el equipo. Hace falta una renovación de la junta, con otro estilo de dirección y no con tantos intereses”.