LA VILA JOIOSA. El Ayuntamiento de la Vila Joiosa respira más tranquilo. La Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana ha rechazado el proyecto de ampliación de la piscifactoría que hay frente a su costa. Una decisión que esperaban como agua de mayo después de haberse posicionado en contra del mismo. Así, el informe técnico emitido por la entidad autonómica ha resuelto desfavorable la ampliación de la granja marina para el engorde de dorada, lubina, corvina y serviola en jaulas flotantes.
Como ha venido contando este diario, la empresa Niordseas S.L. tenía previsto aumentar en un 43% las toneladas de pescado que crían cada año en la localidad alicantina. En la actualidad, la superficie concesional es de 504.000 m2 y está autorizada para producir hasta 3.500 toneladas de dorada, lubina, corvina y seriola, según Resolución de 6 de agosto de 2019. Sin embargo, la ampliación de la producción que se solicitaba era de 1.500 toneladas, de forma que la capacidad de la granja se situaría en 5.000 t/año.
De este modo, según ha explicado este miércoles el Consistorio, ha informado desfavorable el Estudio de Impacto Ambiental porque se constata una afección severa y crítica sobre el pecio Bou Ferrer.
En este sentido, recuerdan que el Ayuntamiento ha presentado varios informes municipales además de los resultados de la Universidad de Alicante a instancias del Consistorio. En sus conclusiones detectan una gran cantidad de materia orgánica en el agua sobre el yacimiento. Por ello, la Directora General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana ha emitido informe vinculante desfavorable a la ampliación de la granja marina, al constatar afección y peligro para los valores que incorpora este importante yacimiento.
Hay que tener en cuenta que uno de los estudios realizados aconseja que se respete al menos una distancia de 2,5 kilómetros desde el punto de emisión de sedimentos que es la actual piscifactoría e insta a las autoridades competentes a que tomen las medidas oportunas de protección.
El Ayuntamiento indica que "la gran concentración de materia orgánica constatada en el pecio e incluso en otro punto estudiado todavía más alejado de la piscifactoría, a unos 1.200 metros de la misma, puede explicar la extrema turbidez del agua que el equipo de investigación viene encontrando en las inmersiones de supervisión y mantenimiento desde el año 2019". Así, mencionan que esta visibilidad mínima o casi nula en la gran mayoría de inmersiones está ocasionado una "grave dificultad" para cualquier trabajo de supervisión, inspección y mantenimiento, así como de investigación, y la imposibilidad de continuar con el proyecto pionero de visitas guiadas subacuáticas, precursor en Europa.
La Dirección General de Cultura y Patrimonio reitera así informar desfavorablemente, a los efectos patrimoniales contemplados en el art. 11 y 62 de la Ley 4/98, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano, el Proyecto “Ampliación de producción de engorde de dorada, lubina, corvina y serviola en jaulas flotantes de aguas del Mediterráneo” de la granja marina de La Vila Joiosa, por la grave afección severa-crítica que afectaría a la conservación del pecio Bou-Ferrer, para el que Niordseas S.L. (Andromedagroup) solicita autorización. Además, el informe de la mencionada Dirección General propone una nueva ubicación de dicha granja marina que no conlleve afección alguna al pecio Bou Ferrer.
El alcalde de la Vila Joiosa, Andreu Verdú, recogían la resolución "satisfechos". Un informe "vinculante" que habla de poner en peligro los valores del pecio Bou Ferrer, el primero declarado bien de interés cultural en la Comunidad Valenciana (la máxima categoría de protección en España), e incluido en el registro Mundial de Mejores Prácticas del Patrimonio Cultural Sumergido de la UNESCO desde su creación en 2017. "Se trata de un yacimiento extraordinario, la mayor nave romana en investigación en el Mediterráneo, a través de un proyecto internacional puntero en la investigación valenciana, cuya continuidad se truncó al disminuir drásticamente la visibilidad del yacimiento", explica el primer edil.
Así, recuerda que el ayuntamiento ya presentó en su día varios informes alertando de la afección que supondría esta ampliación. "Nos satisface ver que la Generalitat, a través de su DG de Cultura y Patrimonio, tras los estudios pertinentes haya resuelto de forma desfavorable esta ampliación. Continuaremos ampliando los análisis realizados para delimitar el área real y la intensidad de afección de los sedimentos procedentes de la granja marina y cómo afectan estos al casco de madera y al cargamento y el resto de materiales arqueológicos del pecio, y trabajando por proteger nuestras aguas y nuestro patrimonio, poniéndolos en valor y abriéndolos a la ciudadanía y visitantes de manera sostenible y no perjudicial para nuestro entorno", concluye.