ALICANTE. La Fundación del Elche vuelve a estar entre la espada y la pared.
Su voto como máxima accionista del Elche en la Junta General de carácter extraordinario de este jueves resultará determinante para la aprobación o no de la convocatoria de la ampliación de capital que propone el consejo de administración del club franjiverde.
Tanto si vota a favor, como en contra o finalmente se abstiene, su voto será decisivo al ser titular del 54% de las acciones: si vota a favor, la convocatoria de esta operación de aumento de capital social obtendrá luz verde, mientras que si lo hace en contra no se aprobará la convocatoria de la misma. Y si se abstiene, se abrirá la puerta a que terceros, otros accionistas como José Sepulcre (máximo accionista minoritario del Elche), voten a favor y saquen adelante la convocatoria de la misma.
El asunto tiene su enjundia porque como salga adelante la celebración de esta ampliación de capital, tanto si es gracias al voto a favor de la Fundación como si esta se abstiene y se aprueba con el voto a favor de terceros, los patronos se enfrentarían a la responsabilidad que judicialmente el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) ha anunciado que les va a exigir, ya que de llevarse a término esta operación, las acciones de la Fundación pasarían a representar menos del 50% del capital social del Elche, es decir, la prenda con la que el banco del Consell tiene garantizado el cobro de los 12 millones que se le adeudan perdería su valor. Y si a la Fundación le diera por votar en contra, los patronos podrían verse también comprometidos pero por una futura liquidación de la entidad franjiverde: el máximo mandatario del club y la Fundación, Diego García, advertía este martes que de no acometerse esta ampliación el club correrá riesgo de liquidación. Es decir, en los dos primeros casos no esquivarían las acciones judiciales que emprenda al IVF (su director general, Manuel Illueca, recordaba este martes que exigirá ante la Justicia responsabilidad patrimonial a todos los responsables de que la ampliación salga adelante porque lo anterior implica un incumplimiento del contrato de prenda) y en el tercero se expondrían a las derivadas de la liquidación del club si esta acontece.
Responsabilidad doble
Pero es que la responsabilidad a la que quedarían expuestos los patronos sería doble si se abstienen y la ampliación no se aprueba porque el sentido mayoritario del voto del resto de accionistas no es favorable a la convocatoria. En ese caso, además de la reclamación judicial por parte del IVF, si el club va a liquidación los patronos también se arriesgan a que se les exija responsabilidad por esto último.
El patronato adelanta la hora de su reunión
La Junta General de Accionistas de carácter extraordinario se celebra la tarde del jueves, mientras que el patronato de la Fundación se reúne por la mañana (a las nueve, después de adelantar la hora fijada inicialmente para su reunión) para decidir su voto.
En el seno de la Fundación, ahora mismo, es evidente la existencia de una mayoría proclive a que se acometa la ampliación, pero eso podría cambiar con el paso de las horas. No sería la primera vez que ocurre.