ALICANTE. La extensión del patinete eléctrico como instrumento de movilidad en las grandes ciudades también irrumpe con fuerza en Alicante. Y no solo por lo que respecta al uso particular. Hasta cinco empresas especializadas en el sector se han postulado ya para implantar un servicio de alquiler regulado que permita disponer de un patinete a cualquier ciudadano o turista interesado solo en un uso temporal, a través de diversas aplicaciones para smartphones que permiten su desbloqueo y el pago por su utilización.
En el último medio año, representantes de esas cinco compañías ya han contactado con el Ayuntamiento de Alicante, fundamentalmente a través de la Concejalía de Movilidad y Tráfico, con el fin de iniciar los trámites administrativos que resulten necesarios para conseguir la autorización municipal que les permita ofrecer dicho servicio. Entre ellas, figuran algunas de las compañías más conocidas, como Bird o Wind que ya operan en las principales capitales: Madrid, Barcelona o Sevilla, por ejemplo. Lo cierto es que el listado de empresas creadas al calor de la fiebre del patinete eléctrico es más que abultado: Acciona, Eskai, Voi, Flash, Ufo, Taxify, Mobi, Koko, Lime, Mogo, Mygo, etc.
Con todo, hasta el momento ninguna de las cinco primeras interesadas en recalar en Alicante dispone de esa autorización que debe conceder al unísono las concejalías de Movilidad y de Ocupación de la Vía Pública. Esta última, por lo que respecta al uso del espacio público con fines lucrativos en la medida en que los patinetes permanecen estacionados en la calle en las estaciones que determine el propio ayuntamiento (en principio, los puntos en los que ya existan aparcabicis).
De hecho, la exigencia de ese permiso queda recogida expresamente en la Ordenanza reguladora de las condiciones de circulación de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) aprobada este martes por el equipo de Gobierno (PP y Cs) en Junta Local.
En ella se establece que cualquier empresa que se dedique a la prestación de ese servicio de alquiler, al margen de contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra a cada patinete, debe estar inscrita en el registro específico que se habilitará para ello.
Además, se concreta que los usuarios de los patinetes destinados a ese fin no podrán circular en grupos de más de diez personas. Y en el caso de que se trate de una empresa especializada en ofrecer el servicio con fines turísticos, se detalla que sus usuarios deberán estar acompañados de un guía. Por último, establece que los grupos de usuarios de VMP deben guardar una distancia mínima entre ellos de 150 metros.
A todo ello, se añade que cualquier usuario que alquile uno de esos patinetes queda sujeto al cumplimiento del resto de obligaciones y condiciones generales que se recogen en la ordenanza, como la obligación de portar casco, luces, elementos reflectantes y sistema de frenado; tener 16 años; la prohibición de circular por las aceras y el límite de velocidad de 30 km/h.
En principio, el bipartito compuesto por PP y Cs no prevé amparar la implantación de ninguna empresa de alquiler de VMP hasta que esa nueva ordenanza entre formalmente en vigor. De hecho, la Policía Local ya actuó a finales del pasado mes de septiembre para retirar los patinetes instalados por una empresa de alquiler que carecía de permiso para ello. Así, todo parece indicar que la nueva regulación podría quedar aprobada de manera definitiva a principios de 2020.