ALICANTE. Nueva reorganización interna en la empresa ilicitana de distribución de artículos deportivos Sprinter. Tras la joint venture cerrada hace solo unos días con la portuguesa Sonae, propietaria de la cadena Sport Zone, la empresa fundada por las familias Bernad y Segarra en 1995 ha acometido un nuevo relevo en su consejo de administración. Los hermanos Bernad, que ya se deshicieron de sus acciones en la empresa el año pasado, con motivo de la 'fusión' que se estaba preparando, se han desvinculado definitivamente de la empresa al cesar como miembros del consejo.
Tal como adelantó Alicante Plaza el pasado mes de junio, Vicente y Fermín Bernad Vico ya habían dejado sus cargos en el consejo de administración de JD Sprinter Holdings, la sociedad matriz creada en 2012 tras la compra de la mayoría accionarial de Sprinter por parte de la multinacional británica JD Sports. Los dos puestos de los hermanos Bernad fueron ocupados por dos miembros de la otra familia fundadora, los Segarra. En concreto, Ángel y David Segarra Soria. Ahora, los Bernad abandonan también el consejo de la empresa ilicitana (participada al 100% por el holding), según se ha publicado en el Borme.
Los puestos de los hermanos Bernad han sido ocupados por un tercer hermano de la otra familia fundadora, Guillermo Segarra Soria, y por un directivo de JD Sports, Hilario Pellín. El consejo, formado por ocho personas, sigue estando presidido por la matriarca de la familia, Emilia Soria, desde 2013. La salida de los Bernad de todos los órganos de administración de la empresa se registra en paralelo a la venta de su participación accionarial. Fruto de la fusión con la distribuidora portuguesa, los dos hermanos vendieron su parte al 50% a JD Sports y a los Segarra, de forma que la multinacional británica, que ya era el socio mayoritario, se hizo con el 66% de la empresa, y los cofundadores se quedaron con el otro 33%.
Como ha venido contando este diario, JD y Sprinter cerraron el año pasado un acuerdo con el dueño de Sport Zone para crear un nuevo grupo de distribución deportiva, Iberian Sports Retail Group, con una red de más de 300 tiendas y un volumen de negocio de más de 500 millones en la Península Ibérica. La Comisión Europea dio su visto bueno definitivo hace apenas dos semanas, a finales de enero. El socio portugués controla el 50% de la nueva joint venture, de modo que JD se queda con un 35% del capital y los ilicitanos, únicos representantes ya de la provincia en el nuevo grupo, con el 15%. Todo hace suponer que alguno de los directivos de Sonae se incorporará en breve al consejo de Sprinter, por lo que podrían avecinarse nuevos cambios en el órgano de administración.
La empresa ilicitana facturó el pasado ejercicio 199 millones de euros de facturación, tras crecer un 20% respecto al anterior. El resultado después de impuestos se incrementó hasta los 9,3 millones, un 18% más. La cadena de distribución deportiva, que emplea a cerca de 2.000 personas, ultima su aterrizaje en el polígono de Las Atalayas de la capital alicantina, donde construye un silo robotizado para instalar su nuevo centro logístico, como ha venido contando este diario.