La exposición Génesis, un mosaico increíble donde la naturalez se expresa con toda su grandeza, el proyecto vital del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, comisariado por su esposa Léila Wanick Salgado, se mostrará en el Paseo Marítimo de Alicante, desde el 26 de julio al 31 de agosto de 2018
Sebastião Salgado desembarca en la marina del Puerto de Alicante de la mano de la Obra Social “la Caixa”, en su programa Arte en la calle, que pretende convertir Alicante en un museo a cielo abierto y acercar la obra de artistas de renombre en el panorama internacional. Junto con el Ayuntamiento de Alicante y la Autoridad Portuaria, presentan la exposición Génesis, que muestra el excepcional trabajo del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado. Se trata de su tercer proyecto a largo plazo sobre temas globales, tras sus anteriores trabajos Trabajadores y Éxodos.
El alcalde de Alicante, Luis Barcala; la concejala de Cultura, Mª Dolores Padilla; el director Comercial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana, Felipe Pulido; el director de la Autoridad Portuaria, Carlos Eleno Carretero, en representación de su presidente, Juan Antonio Gisbert; y el representante de la obra de Sebastião Salgado en España, Miguel González, han inaugurado a las 6 de la tarde del jueves 26 de julio una muestra situada en una de las zonas más transitadas por alicantinos y visitantes, el paseo marítimo que corre en paralelo a la Explanada, el muelle de costa número 2, lugar emblemático ya que fue el primer muelle que se construyó en paralelo a la ciudad.
La muestra incluye 38 fotografías en blanco y negro que muestran paisajes, animales y personas que han sido capaces de escapar de la influencia del mundo moderno en regiones polares, bosques y sabanas tropicales, desiertos abrasadores, montañas dominadas por glaciares e islas solitarias, el fruto de ocho años, en treinta y dos viajes a lugares remotos de todo el planeta: Antártida, Madagascar, Botsuana, el Parque Nacional de Kafue en Zambia, la meseta del Colorado en Estados Unidos, Alaska, el archipiélago de las Galápagos en Ecuador, Siberia y la selva del Amazonas, donde el fotógrafo brasileño ha localizado paisajes terrestres y marítimos, ecosistemas y comunidades humanas que se han mantenido intactas. «Una oda visual a la majestuosidad y fragilidad de la Tierra; una advertencia de todo lo que corremos el riesgo de perder».
Las fotografías se muestran enmarcadas en unos grandes bastidores de hierro colado, un dominó que impresiona como un gran gusano de hierro de arquitectura contemporánea, anidando en su seno las 38 reproducciones de gran tamaño, realizadas en inyección digital, emparejadas espalda con espalda con un bastidor entre ellas, y encapsuladas en plástico para protegerlas de la intemperie. “Desde 2015, dos juegos completos de las fotografías se muestran en paralelo en diferentes localizaciones. Siete son los juegos que se han tenido que realizar en este tiempo, atendiendo a las necesidades provocadas por su exposición ante diferentes climas y el cambio brusco que pueden sufrir en pocos días, las humedades que se filtran por los agujeros de los tornillos que las sujetan a los marcos, el inevitable tono amarillento que acaba provocando la exposición a la luz y el sol directo”, comenta Miguel González, representante de la obra de Sebastião Salgado en España y primer guía de la exposición. Son los inconvenientes de un proyecto que quiere aproximar el arte a las personas fuera del marco habitual de museos y salas de exposiciones.
Sebastião Salgado (Aimorés, Minas Gerais,Brasil, 1944) estudió Economía, pero desde los 29 años se dedica por completo a la fotografía. Después de trabajar para las agencias Sygma y Gamma, en 1979 se incorporó a Magnum Photos, donde permaneció hasta 1994, año en el que creó, junto con Lélia Wanick Salgado, Amazonas Images, una agencia dedicada exclusivamente a su obra. En 2001 fue nombrado embajador especial de UNICEF, y entre sus numerosos reconocimientos recibió en 1998 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. «Mis proyectos anteriores fueron periplos a través de las tribulaciones de la humanidad”, explica el propio Salgado. “ Este, sin embargo, fue mi homenaje al esplendor de la naturaleza. Al viajar a pie, en embarcaciones, avionetas o globos, mientras fotografiaba volcanes, icebergs, desiertos y junglas contemplé un mundo que no ha cambiado en milenios. Además, con los animales en su hábitat natural, desde pingüinos, leones marinos y ballenas del Antártico y el Atlántico Sur hasta leones, ñúes y elefantes de África, sentí que era un privilegio contemplar los ciclos de la vida en continua repetición».
La exposición se estructura en cinco apartados, representando cada uno de ellos una extensa región con varios ecosistemas y colectivos humanos: «Los confines del sur», Georgia del Sur, las Malvinas, la península de Valdés y las islas Sándwich; «Santuarios», las islas Galápagos, Indonesia, y los ecosistemas de Madagascar; «África», del delta del Okavango en Botsuana y el parque de Virunga en la triple frontera entre el Congo, Ruanda y Uganda, al desierto de Argelia; «Las tierras del norte», paisajes de Alaska y de la meseta del Colorado en Estados Unidos, el Parque Nacional de Kluane en la isla de Baffin (Canadá) y las regiones septentrionales de Rusia, el norte de Siberia y la península de Kamchatka; «La Amazonia y el pantanal», la confluencia de los ríos Negro y Solimões en Manaos, los parques nacionales de Canaima (Venezuela) y de Nota de prensa 6 Xingú (Brasil), y el Pantanal, el mayor humedal del mundo, a caballo entre Brasil, Bolivia y Paraguay.