La exigencia

11/09/2019 - 

La tabla de límites salariales de los equipos de Segunda ha confirmado que el Elche parte con uno de los más bajos de la categoría (5.084.000 euros). El quinto más modesto, sólo por delante de los cuatro recién ascendidos. Con la escasísima diferencia de 6.000 euros más que el Racing de Santander, un histórico de nuestro fútbol. Y de no ser por la cuantiosa aportación de José Sepulcre, el equipo ilicitano tendría el peor tope presupuestario de los 22 competidores.

A pesar de las dificultades, los franjiverdes parten con una situación más ventajosa que la temporada pasada. Tiene 1,2 millones más de límite salarial y se ha quitado la etiqueta de recién ascendido. Otro asunto es si con ese aumento dinerario se ha realizado una buena planificación para mejorar la plantilla, como señalé en mi opinión anterior.

Con más poder económico y veteranía, el objetivo principal marcado a los de Pacheta es seguir la progresión tras el campeonato anterior. Primero, conseguir la permanencia virtual con mayor antelación. Vienen de conseguirlo a cinco jornadas del final de la Liga regular. Y segundo, superar el undécimo puesto con 55 puntos. Si hay posibilidad de metas más bonitas, como disputar el 'play-off' e incluso ascender directo, bienvenido sea.

Pero como ya he dicho algunas veces, hay que diferenciar entre ambición y exigencia. Y ver todo con perspectiva. Desde el club han mandado el mensaje de mejorar la temporada pasada. Partido a partido. Nadie ha hablado de luchar por la promoción o el ascenso desde la jornada 1.

Yo comprendo que el aficionado del Elche quiere ver a su equipo pelear por volver a Primera. Sobre todo, después de la forma con la que perdió la categoría, a la que le costó casi un siglo regresar. Y porque cree que es el objetivo que debe tener en Segunda, por historia, masa social, ciudad, estadio, etc. Pero exigirle a este equipo que pugne por el ascenso me parece injusto. Porque la mayoría de rivales parten con, a priori, mayor potencial. Girona, Rayo Vallecano, Huesca, Sporting, Almería, Real Zaragoza, Cádiz, Deportivo… y la lista de candidatos sigue.

Hay quienes nos llaman conformistas a los que pensamos así. Que 'matamos' la ilusión por hacer algo grande. Que parece que preparemos el terreno por si el equipo lucha por eludir el descenso. Yo sólo soy consecuente con la situación actual. Y claro que sé que en Segunda, los presupuestos no siempre son decisivos. Que hay muchos ejemplos de equipos modestos que ascendieron a Primera y equipos 'ricos' que sufrieron por la permanencia e incluso bajaron a Segunda B. Llevo viendo la Segunda prácticamente toda mi vida, qué me van a contar.

¿Que el Elche puede erigirse en equipo revelación y luchar por subir a Primera? ¡Ojalá! Sería maravilloso. Y creo que a pesar del pobre inicio, con cuatro puntos de doce y juego en periodo de ajustes, hay potencial para ello. Lo que no voy a hacer es exigir que esté arriba. Certificar la salvación cuanto antes es la meta primordial.

Si por la imagen mostrada, la confección de la plantilla, el escaso presupuesto o la forma de trabajar de sus dirigentes, hay quienes ya 'condenan' a este equipo a sufrir por evitar el descenso, cada uno es libre. Yo prefiero esperar a que el campeonato siga su curso y ponga a cada equipo en el sitio que le corresponda.

De momento, el Elche presenta una leve mejoría de puntos (de dos a cuatro) pero peores sensaciones que en el primer mes de la pasada Liga. Esperemos que la buena imagen ofrecida en la segunda parte contra el Lugo (1-1) marque un punto de inflexión positivo. Toca darle continuidad y conseguir victorias.

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