ALCOY. La estación de autobuses de Alcoy sigue pendiente, 27 años después de que entrara a funcionar, de una licitación de la gestión que le permita salir de la provisionalidad que arrastra, pues todos estos años ha estado en precario al quedar desierto el concurso que se convocó en su momento. La licitación debe partir de la Generalitat Valenciana, puesto que la instalación se habilitó en un espacio municipal pero se cedió a la administración autonómica, que asumió las obras y que también es la titular del servicio de transporte interurbano de autobuses.
Esta estación de autobuses empezó a prestar servicio en el año 1997, en el espacio que antiguamente ocupó una fábrica, bien comunicada al estar cerca de la salida norte de la ciudad. En ese momento se convocó un concurso para adjudicar la gestión, si bien quedó desierto y la Generalitat delegó en La Alcoyana este servicio, puesto que era la empresa que se encargaba del transporte interubano a Alicante, que forma parte del grupo Vectalia y sigue cubriendo ese trayecto. Si bien esta labor se encomendó con carácter provisional, inicialmente por un periodo de seis meses, los años han ido pasando y no se ha procedido a la pertinente licitación para normalizar la situación.
En el verano de 2022, cuando habían transcurrido 25 años de la cesión a la Generalitat, el Ayuntamiento pidió a la administración autonómica la reversión del edificio, del que el Consistorio ha seguido asumiendo el mantenimiento exterior y de la fachada. Esta reversión no se produjo, quedando a la espera de que se pusieran en marcha las nuevas líneas interurbanas y se procediera a la licitación de la gestión de la estación. Ya hay nuevas líneas en marcha, en el caso de la que conecta con Valencia está en manos de la empresa Alsa, y desde los Ayuntamientos de Alcoy, Cocentaina, Muro e Ibi se han solicitado modificaciones, tras las quejas de usuarios por los cambios en paradas y horarios.
El concejal de Movilidad, Jordi Martínez, recuerda que se han mantenido reuniones y señala que “nosotros queremos tener control del edificio, que puede ser con un convenio o con la fórmula que se estime más conveniente. Ahora, no sabemos si se está pagando el canon por el uso de la estación y queremos que se normalice esta situación”.