ALICANTE. La normativa de la Generalitat para que los agentes inmobiliarios tengan que inscribirse en un registro oficial y acreditar una formación específica para ejercer su actividad entrará en vigor, recursos mediante, el próximo otoño. Un horizonte que aboca a muchos intemediarios con años de experiencia pero sin un título que exhibir a completar esa formación (hay muchas opciones, comenzando por la que imparte el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, API) para adaptarse a la nueva normativa.
Sin embargo, el escenario previsto por la Generalitat y por las distintas entidades que ofertan dicha formación (habitualmente online, y de unas 200 horas de duración) deja fuera de la ecuación a un importante grupo de afectados: los agentes inmobiliarios de origen foráneo, que en la provincia de Alicante tienen un especial peso por la fuerte demanda de vivienda de extranjeros (que protagonizan el 42% de las adquisiciones de segundas residencias en la Costa Blanca). No existe ninguna formación específica en inglés, ni pueden realizar en dicho idioma los trámites para acceder al registro.
Por este motivo, la escuela de negocios sueca FEI, una de las más antiguas (se fundó en 1888) e importantes de Suecia, ha puesto en marcha un curso pensado específicamente para agentes inmobiliarios extranjeros que operan en la provincia de Alicante (aunque los alumnos se inscriben también desde otras provincias e incluso desde sus países de origen). FEI cuenta desde hace años con una delegación en Alicante, especializada en la formación para el sector inmobiliario, dado que uno de sus principales clientes es la inmobiliaria Fastighetsbyrån, que formaba a sus agentes en España aunque hasta ahora no fuera necesario.
El jefe de Ventas de FEI, Jon Lindsmyr, y el agente inmobiliario alicantino Adrián Barbudo, usuario de las instalaciones de la escuela sueca en Alicante para impartir formación a distancia a API de Cataluña, decidieron poner en marcha un curso específico enfocado al registro de agentes extranjeros, tras detectar el nicho que había creado la nueva regulación autonómica y la falta de oferta en inglés. "El 42% de las compraventas en Alicante las realizan extranjeros, y la gran mayoría se la compra a otro extranjero. Hay miles de agentes que no hablan español y lo tenían complicado para cumplir los requisitos", argumenta Barbudo. Lindsmyr añade que "muchos agentes inmobiliarios han empezado de forma amateur: son gente que compró una casa en Alicante a través de un compatriota, y luego pensó que él también podía dedicarse a lo mismo".
Se trata por tanto del primer curso en inglés que se imparte en España, y que además se diferencia de la inmensa mayoría de sus competidores en que es presencial (entendiendo como presencial también la asistencia telemática) y cuenta con profesores especialistas en cada área que se imparte: tasadores, abogados... FEI ha impartido ya la primera edición del curso, el pasado febrero, y en abril ha terminado la segunda. La tercera edición empieza este lunes y de momento han pasado por sus aulas "unos 50 alumnos de distintas nacionalidades: británicos, suecos, daneses, belgas..." Barbudo y Lindsmyr destacan que "la mejor garantía para nuestro curso es que ya hemos conseguido registrar a alumnos".
Aunque la mayoría de alumnos residen en Alicante, al curso de FEI se han apuntado también agentes inmobiliarios de otras provincias, ante la perspectiva de que el registro impulsado por la Generalitat, que es obligatorio desde hace una década en Cataluña, se extienda poco a poco al resto del territorio. "Está previsto que Andalucía y Baleares lo pongan en marcha el año que viene", adelanta Barbudo. "Este registro se crea para defender al comprador", explica Lindsmyr. "Que haya transparencia, que el agente sea localizable, y que sea responsable. Comprar una casa es la mayor inversión que vas a hacer en tu vida, el agente inmobiliario debe ser ético".
Para impartir este curso, FEI usa una tecnología propia desarrollada antes de que la pandemia popularizase las aplicaciones de videoconferencia. "Hacemos blended learning", explica el jefe de Ventas de la escuela, "de lunes a jueves estudias el temario en casa con preguntas de control, y el viernes hay una clase de cuatro horas con los profesores para consolidar conocimientos y resolver dudas". Dado que tanto los profesores como los alumnos son especialistas en activo, en las clases presenciales se suelen abordar casos reales. "Es obligatorio asistir al 75% de las clases presenciales, aunque la conexión telemática cuenta como asistencia, por ejemplo para alumnos de otras provincias o incluso algunos que aún están en el extranjero y tienen previsto venir a trabajar".
Las dos aulas de FEI en Alicante tienen capacidad para una treintena de alumnos, aunque de momento solo están usando una. Las cámaras graban al profesor y los alumnos, y las pantallas permiten 'asistir' en remoto y ver la clase como si se estuviera sentado en ella. A través del ordenador se vigilan los dispositivos de los alumnos en los exámenes que se realizan desde casa para evitar que busquen información durante la prueba. La delegación de FEI en Alicante cuenta además con el respaldo técnico de los informáticos de Suecia, que están pendientes de posibles incidencias. "Queremos ofrecer al alumno que asiste de forma virtual la misma experiencia que si vinieran físicamente".