ALICANTE. El mercado inmobiliario se anima en el borde norte del término municipal de Alicante gracias al sector de la distribución. La nueva regulación para la implantación de grandes formatos comerciales, puesta en marcha con la revisión del artículo 95 del Plan General, el pasado mes de julio, ha convertido a la fachada del tramo de la avenida de Novelda que conecta con el vecino municipio de San Vicente en toda una milla de oro, a la vista de las consultas y peticiones de información registradas en la Concejalía de Urbanismo. Más de veinte. Y la mayor parte de ellas, relacionadas con las posibilidades de determinadas parcelas para la implantación de supermercados.
Se trata de suelos urbanizables libres en ese eje de la ciudad ya consolidada que atraviesa los barrios de Los Ángeles, Tómbola y Ciudad Jardín hasta llegar a la antigua fábrica de Clesa. Es en ese ámbito en el que propietarios particulares, agentes de la propiedad inmobiliaria (API) y empresas han puesto el foco para tratar de ofertar a terceros -o desarrollar de manera directa- la implantación de tiendas gracias a las nuevas posibilidades que ofrece la citada modificación del artículo 95 del PGOU: supermercados, con superficies de entre 400 y 1.699 metros cuadrados; grandes supermercados, entre 1.700 y 2.499; mediano comercio de productos de consumo ocasional, entre 200 y 1.199 metros cuadrados; y la de grandes comercios, de más de 1.200 metros cuadrados.
El primer proyecto que ya ha cuajado es el avanzado por Alicante Plaza justo en el extremo sur de ese eje, en el frontal de la Vía Parque: un establecimiento de la cooperativa Consum ahora en pleno proceso de construcción en un solar de la Sareb. Lo cierto es que, en su conjunto, esa nueva milla de oro concentra una bolsa de población considerable en la que, hasta ahora, no existe ninguna tienda de alimentación de gran tamaño con la capacidad de surtir a los residentes más próximos, lo que justificaría ese creciente interés.
EL INTERÉS POR LOS BORDES DE LA AVENIDA DE NOVELDA CONTRASTA CON LA NULA ATENCIÓN DEDICADA AL CENTRO TRADICIONAL, DONDE DESAPARECE LA OBLIGACIÓN DE CONSTRUIR SUPERMERCADOS CON APARCAMIENTO SUBTERRÁNEO
Sin embargo, según fuentes municipales consultadas, el cambio en la regulación de formatos comerciales no ha generado el efecto que se esperaba en otra zona concreta, el Centro Tradicional, en la que la gran distribución también casi brilla por su ausencia. Sobre todo, a partir del Mercado Central hasta la Explanada.
La modificación del artículo 95 del PGOU retira la obligación de que los supermercados que se instalen en ese ámbito estén obligados a construir un aparcamiento subterráneo para darle servicio.
Según las mismas fuentes, se planteó esa modificación para facilitar la llegada de cadenas de distribución con tiendas a las que los clientes puedan acudir sin necesidad de coger el coche, en línea con la vocación por generar ejes peatonales en todo el Centro que figura en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). Ese cambio permitiría, por ejemplo, que se implantase un supermercado en la calle San Fernando, en Manero Mollá o incluso en una vía que ya es de tránsito peatonal como la calle San Francisco.