ALICANTE. El equipo de gobierno de la Diputación (conformado por PP y Cs) ofreció este miércoles un nuevo gesto en la planificación del proyecto de centro de congresos de Alicante en la presentación de su propuesta de presupuesto para el ejercicio de 2022. En esa planificación se incluye por primera vez la reserva de 250.000 euros en el área de Arquitectura para impulsar la ejecución del edificio (en el que también se contempla la sede del centro operativo de Suma). Dicha reserva se suma a los 50.000 euros habilitados en las cuentas de 2021 para gastos de ejecución de proyecto. E, igualmente, se incorporan otros 250.000 euros para el edificio congresual comprometido en la ciudad de Elche: la misma cantidad que ya se incluyó para su promoción a través de una modificación de crédito del presupuesto de este año.
No obstante, lo cierto es que esa doble consignación (500.000 euros en total) se produce en un contexto en el que no se han registrado grandes avances respecto a la ejecución de ambos edificios. Ni tan solo por lo que concierne a la infraestructura de Alicante: la única de las dos que, como mínimo, ya tiene un emplazamiento definido para su construcción. En realidad, desde que se dio a conocer el planteamiento, el pasado mes de abril, solo se ha registrado una manifestación de interés ante la Autoridad Portuaria en la que se hace constar la voluntad de la Diputación y del Ayuntamiento por optar a una concesión de suelo entre los muelles 7 y 9, a espaldas del edificio promovido por la Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV) como nueva subsede del Distrito Digital (ahora en construcción).
Al margen de ello, también se ha aportado una primera memoria técnica sobre las características que podría tener el edificio que se pretende construir, en base al anteproyecto encargado por el Ayuntamiento, para que la Autoridad Portuaria pueda tramitar la modificación de su Plan Especial y de sus Determinaciones de Uso (DEUP): dos acuerdos administrativos que resultan necesarios para que el edificio pueda tener encaje, para los que se augura un plazo de más de año y medio. Y, por último, se ha emplazado al nuevo diputado de Arquitectura, José Ramón González de Zárate, a tomar las riendas del proyecto, en coordinación con el diputado de Infraestructuras, Javier Gutiérrez, para dar impulso a su planificación.
Las dudas (y oportunidades) del último proyecto de centro de congresos en el Puerto
Sin embargo, todavía no se ha producido la firma del convenio regulador por el que se debe fijar la participación de la Diputación y del Ayuntamiento en el impulso de las obras y en la gestión posterior de las instalaciones. Se trata de un acuerdo con el que se ampara la constitución del consorcio encargado de promover las obras del complejo.
Además, no se ha concretado si el diseño del edificio se producirá por encargo directo o si se optará por la convocatoria de un concurso internacional de ideas -el planteamiento original- para poder elegir entre varias propuestas. Tampoco se ha cerrado ningún pacto con la Generalitat respecto a su posible participación en la ejecución de la infraestructura. Es más, ni tan solo se ha producido un encuentro institucional en el que se haya podido tratar sobre ello.
Entre tanto, sí se ha girado visita a las ciudades de Málaga y Cartagena, en las que ya existen centros de convenciones con características singulares, con el propósito de valorar experiencias y definir los proyectos de Alicante y Elche adaptados a sus necesidades. Al tiempo, la creación de una comisión técnica multidisciplinar, abierta a la participación privada abierta a la participación privada, para acelerar la toma de decisiones sobre el formato adecuado para esos dos edificios. Con todo, tampoco se ha producido su constitución.
En principio, tanto el Ayuntamiento como la Diputación han venido manifestando su compromiso de que las obras del edificio de Alicante pudiesen iniciarse en 2023. No obstante, ambas administraciones podrían verse obligadas a reprogramar ese calendario, a la vista del camino que aún restaría por recorrer para que pudiesen licitarse.