ALICANTE. El futuro del edificio del antiguo cine Ideal de Alicante continúa sumido en la incertidumbre, a la espera de que se desentrañen las posibilidades de desarrollo de las dos propuestas paralelas promovidas por su propietario: el Grupo Baraka. La última de esas opciones queda pendiente de decisión de la Diputación Provincial, que no se ha pronunciado de forma definitiva sobre el ofrecimiento planteado por el holding inmobiliario fundado por el empresario Trinitario Casanova para transformar el céntrico inmueble en un centro cultural de carácter museístico vinculado a la figura de la baronesa Thyssen.
Fuentes del área de Cultura de la institución provincial que coordina el diputado Juan de Dios Navarro confirmaron, a consulta de Alicante Plaza, que el proyecto formulado por el Grupo Baraka está sujeto al análisis de una comisión técnica de dicho departamento a la que se le encomendó el estudio de la viabilidad del proyecto a finales del pasado mandato, cuando las competencias sobre Cultura todavía recaían sobre la exvicepresidenta de la corporación provincial bajo las siglas de Ciudadanos (Cs) y actual diputada autonómica por el Partido Popular (PP) Julia Parra.
Las mismas fuentes señalaron que la comisión debe emitir un informe sobre la conveniencia o no de asumir la propuesta del grupo empresarial en una labor que revestiría de cierta complejidad tanto por las implicaciones económicas que conllevaría como por la evaluación de la calidad del proyecto cultural en sí mismo, para el que Baraka ofrecía la incorporación de hasta 50 obras pictóricas de artistas reconocidos como Miró o Juan Gris, que se expondrían en el futuro centro cultural de forma permanente. Y también la presencia temporal de otros cuadros "cedidos de forma temporal por los fondos pictóricos de la Fundación Thyssen", según explicó el mismo Casanova a este diario en el momento en el que se dio a conocer la oferta trasladada a la Diputación sobre el posible uso del edificio, en octubre de 2022.
En concreto, la propuesta de Baraka preveía la cesión del inmueble a la Diputación en régimen de alquiler por un mínimo de 20 años, después de asumir una inversión estimada de 25 millones para su rehabilitación y conversión en un centro de innovación cultural que llevaría el nombre de Carmen Thyssen. En él, según representantes del holding, se incorporarían avances tecnológicos para que el público pueda disfrutar de "una experiencia sensorial" relacionada con el mundo de la pintura que abarque incluso la percepción de los olores y las texturas de los cuadros. Además, en ese centro se apostaría por la promoción de jóvenes artistas de la provincia a los que se daría la oportunidad de exponer y darse a conocer.
El lanzamiento de la propuesta contaba ya con un proyecto redactado por parte de Baraka para que pudiese tramitarse la solicitud de la licencia de obra, en el supuesto de que la Diputación confirmase su participación y diese su visto bueno al arrendamiento del antiguo cine. No obstante, la institución provincial demoró su respuesta y solicitó más tiempo para valorar el proyecto, en un proceso que se extiende hasta la actualidad.
Entre tanto, fuentes del Grupo Baraka consultadas indicaron que la falta de respuesta de la Diputación habría enfriado las expectativas de desarrollo del proyecto cultural, mientras se sigue a la espera de que el Ayuntamiento de Alicante resuelva sobre la solicitud de licencia registrada en diciembre de 2020 para la conversión del edificio en un hotel boutique de 60 habitaciones.
Ese permiso continúa bloqueado después de que la Conselleria de Cultura apremiase al Ayuntamiento a revisar el catálogo de protecciones aprobado de forma provisional en septiembre de 2020 para introducir el requisito de conservación de la distribución interna del antiguo cine en la ficha del inmueble. Como también ha informado este diario, la modificación del catálogo está sujeta ahora a la contratación de un servicio de asistencia específica que permita introducir todas las correcciones requeridas por los informes de evaluación del Consell.
Además, en ese trámite de adaptación del catálogo para su aprobación definitiva, también debe incorporarse una memoria de viabilidad y sostenibilidad económica que acompañe al documento para atender posibles compensaciones respecto a los propietarios de los edificios a proteger en los que se restrinja la posibilidad de incorporar alturas adicionales, a pesar de que sí queden contempladas en el planeamiento vigente.
Así se resolvió, en concreto, en una reciente sentencia dictada por el Juzgado de lo Contencioso número 4 de Alicante en la que se conminaba al Ayuntamiento a admitir parte de las alegaciones formuladas por los propietarios de un edificio situado en Federico Soto en el momento en el que el documento se sometió al trámite de exposición al público.