ALICANTE. La pandemia del coronavirus, enfermedad que aún no ha desaparecido pero parece perder su condición de pandémica, provocó la primera crisis económica de importancia desde 2008. Sin embargo, la mayoría de indicadores (excepto los turísticos) han vuelto más o menos a donde estaban antes del virus, y se cumplió el pronóstico de la recuperación en 'V'. Sin solución de continuidad, y con el parón por la pandemia como origen, llegó la crisis de los fletes, y casi al mismo tiempo la del coste de la energía. Con un escenario inflacionista claramente armado desde finales de 2021, en 2022 ha estallado con la última crisis que nadie esperaba: la de una contienda bélica en suelo europeo.
Desde marzo de 2020, los acontecimientos apenas han dejado respirar a los sectores económicos de la provincia de Alicante, y aquello que no sucedió con la covid (principalmente gracias a los ERTE y los créditos ICO) podría suceder ahora, con un escenario mucho más acuciante porque la inflación se ha comido los márgenes: los grandes fondos de inversión calientan motores para lanzarse a la compra de empresas industriales y turísticas en la provincia, con un perfil muy claro: mercantiles que estén muy tensionadas por las sucesivas crisis, pero que en un escenario neutro sean claramente viables.
Así lo vaticinan diversas fuentes financieras consultadas por Alicante Plaza, que recuerdan recientes operaciones de compra de empresas alicantinas por parte de fondos internacionales, como el gimnasio Arena Alicante, adquirido a los hermanos Palacio por un fondo de inversión europeo, o el fabricante alcoyano de nutricéuticos y productos de higiene Korott, comprada a mediados de 2021, un año después de romper con Mercadona, por el fondo alemán Capiton para sumarla a su entramado europeo de fabricantes de productos de parafarmacia. Se trata de dos operaciones que anticipan lo que puede suceder en los próximos meses, con la capacidad negociadora de la parte compradora muy reforzada a consecuencia de la crisis.
El abogado David Devesa, CEO del despacho alicantino Devesa&Calvo, especializado en el derecho de empresa y que ha asesorado varias de estas operaciones (como la compra del fabricante de platos de ducha Nuovvo por parte del holding ES Group), argumenta que "el incremento de los precios de energía, la crisis del transporte y la inflación obligará a muchas empresas a cerrar o concursar", algo que no sucedió de forma masiva en la crisis covid gracias a los salvavidas legislativos.
En ese contexto, "el mercado de compraventa de empresas, que sigue muy activo, previsiblemente cambie en tendencia y se enfoque a la compra de compañías en dificultades pero con potencial". Precisamente este tipo de adquisiciones eran las que muchos fondos pretendieron llevar a cabo con la pandemia, "pero que los ICO, ERTE y moratoria concursal evitaron", razona el abogado. Devesa advierte de que "también es muy previsible el inicio de ERE en el corto plazo si la situación se mantiene".
Como contó en su momento Alicante Plaza, con la crisis del coronavirus los fondos de inversión, con mucha liquidez, se lanzaron a comprar empresas (sobre todo turísticas) en problemas. Sin embargo, apenas fructificaron operaciones, porque las empresas se acogieron a los ICO, los ERTE y otros mecanismos habilitados por el Estado para hibernar durante las restricciones, de forma que no se vieron forzadas a vender. Los fondos buscaban gangas que no existían porque las empresas atractivas podían aguantar, y las que no podían no se vendían con el descuento que los inversores pretendían.
El desgaste de estos dos años puede inclinar la balanza y poner en bandeja a los fondos oportunistas estas 'gangas', pero hasta la fecha, todos los empresarios alicantinos que han vendido (algo a lo que el tejido de la provincia es poco dado, al ser la gran mayoría empresas familiares) lo han hecho porque así lo han querido, y no por urgencias económicas. Los Palacio con Arena Alicante (febrero de 2022), los fundadores de Nuovvo con la venta de su empresa de diseño de baños (septiembre de 2021) y los fundadores de Korott (junio de 2021), más acuciados por el 'desenganche' de Mercadona pero con la empresa saneada.