Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Se ha cerrado la ventana de oportunidad. O en realidad nunca existió. La crisis sanitaria del coronavirus comienza a remitir y el sector turístico se prepara para recuperar gradualmente la actividad, a medida que decaen restricciones y se recupera la movilidad internacional. En el último año, los fondos de inversión y socimis, con máximos de liquidez, han estado sobrevolando la planta hotelera de la Costa Blanca en busca de 'gangas' a cuenta del cierre forzoso, pero lo peor de la crisis (parece que) ha pasado y los grandes inversores no han logrado cerrar ninguna operación a precio de derribo, como pretendían.
En este sentido, David Devesa, fundador y CEO de Devesa & Calvo Abogados, un despacho especializado en empresas y con algunas de las principales cadenas de la provincia como clientes, admite que "son muchos los fondos que nos han contactado por nuestra estrecha relación con el sector hotelero, hay mucho interés por adquirir hoteles, pero los precios que se planteaban, con descuentos mínimos del 15% sobre la situación precovid, no han casado con la situación del mercado. Nos consta que existen muy pocos establecimientos en venta, generalmente de pequeño tamaño y desde luego no a precio de derribo".
"Pensemos que el sector, aunque ha estado duramente castigado por la situación pandémica y aún lo está, venía de ejercicios económicos con muy buenos resultados", argumenta Devesa. "Además, la financiación vía ICO y la extensión de los ERTE por fuerza mayor les han permitido, de momento capear la tormenta. En muchos casos hablamos de cadenas familiares cuyos establecimientos están en propiedad y libres de cargas o muy amortizados". Así, si la vacunación sigue a buen ritmo y no hay sorpresas con nuevas cepas, el experto vaticina "una rápida recuperación del sector, de modo que salvo fuerza mayor, dudo mucho que lleguen precios 'de saldo' para los fondos en lo que a hoteles se refiere, más allá de alguna excepción puntual no relacionada con la pandemia".
De la misma opinión, aunque con matices, es la Managing Director de Hoteles de la consultora Colliers International, especializada en el sector hotelero. Laura Hernando afirma que "la ventana de oportunidad para la compra por estrés ha sido un espejismo; se han cerrado operaciones, pero nunca a descuento. ¿Por qué? Pues porque aunque había mucha liquidez en el mercado y el foco estaba puesto en el segmento vacacional, la incertidumbre de todos estos meses impedía fijar un precio, no había acuerdo en torno a cuánto valía un hotel en ese momento, que depende de las expectativas de negocio que ofrezca". Hernando, además, señala que "los propietarios en general decidieron hibernar: venían de un gran momento y estaban saneados, lo que unido a los ICO y los ERTE ha permitido a la mayoría sobrevivir".
Esta ha sido la tónica general no solo en la Costa Blanca, sino en toda España "con alguna excepción pero porque la empresa ya venía mal de antes", explica la ejecutiva de Colliers. Ahora mismo hay dos procesos de venta abiertos en Benidorm, pero "sin estrés dramático". Colliers estima que a final de año se volverá a la dinámica normal y "habrá una mejor expectativa para la compraventa, porque Benidorm es muy interesante para la inversión hotelera". En el resto de la provincia, a su juicio, no sucederá lo mismo porque "el comprador natural es la cadena local, ninguno está en su mejor momento y el que tiene liquidez es más cauto". Alicante capital, por su parte, es "interesante para un gran inversor o para las cadenas que aún no están, es otro segmento".
El Senior Manager de Estrategia y Transacciones de EY, Álvaro Monreal Fonseca, recuerda que la inversión hotelera global cayó un 60% en 2020, pese a lo cual existe un "elevado apetito", por lo que esperan "una reactivación de las transacciones hoteleras a partir del segundo semestre con el foco puesto en el sector vacacional, donde los inversores institucionales, principalmente internacionales, ven mayor oportunidad gracias a la posición hegemónica de España en este segmento". Asimismo, las dificultades que están afrontando grupos pequeños y medianos y la posibilidad de implementar estrategias value added con reposicionamiento de activos marcarán el foco de la actividad inversora, a su juicio
En este primer semestre la inversión ha sido todavía reducida por la incertidumbre y la prudencia, y "no se ha producido el gran ajuste de precios que se esperaba gracias a la liquidez inyectada con los ICO y a las medidas de contención de gastos vía ERTE". Sin embargo, EY prevé "una reactivación del volumen transaccionable en este segundo semestre ante la previsión de reapertura de la campaña turística en los principales destinos, el drenaje de la tesorería de los grupos hoteleros por el cierre prolongado y la presión inversora de muchos fondos internacionales ante un escenario de bajos tipos y elevada liquidez". De hecho, "actualmente tenemos constancia de un pipeline de operaciones potencialmente ejecutables por valor de más de 1.600 millones de euros".
