ALICANTE. El mercado oficial (legal, controlado, conocido o, si se prefiere, declarado) de los apartamentos turísticos sigue en clara expansión en la provincia de Alicante, que continúa siendo con creces la más activa de la Comunitat. La cifra de viviendas (pisos, no plazas) destinadas a ese uso en los 141 municipios de la Costa Blanca asciende ya a 44.196, según los datos de inscripciones que figuran en el registro autonómico de Turismo Comunitat Valenciana con estadísticas cerradas hasta este miércoles, 3 de octubre. El balance autonómico es de alrededor de 62.500 pisos, por lo que Alicante concentra cerca del 70% del negocio registrado.
En cualquier caso, el indicador que puede resultar más sintomático es el que da cuenta de su evolución en los dos últimos años. En 2016, en el conjunto de Alicante sólo se tenía constancia oficial (registro) de 26.344 pisos turísticos, de modo que, desde entonces, se han generado o han aflorado -como resultado de las campañas informativas y de la labor inspectora que podría haber favorecido su registro- otros 17.852. O lo que es lo mismo, en ese plazo las inscripciones han aumentado un 67,7%.
Sólo en lo que va de 2018, desde enero hasta octubre, el registro de Turismo ha sumado 8.726 nuevas inscripciones en la provincia. Y el dato no tiene en cuenta el posible bloqueo que pudiese haberse producido en algunos municipios desde el pasado mes de julio, cuando entró en vigor la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad de la Comunitat, y surgieron las primeras dudas sobre cómo debían cumplirse algunas de sus novedades. Entre ellas, la esencial consistiría en el requisito de disponer de un certificado de compatibilidad urbanística expedido por el ayuntamiento del municipio en cuestión como trámite previo para que los apartamentos puedan inscribirse en el registro oficial.
Como ha contado Alicante Plaza, el Consell trabaja ahora en el desarrollo reglamentario de esa Ley en el que prevé conceder una moratoria de dos años a los ayuntamientos que lo soliciten para que, en el caso de que no dispongan de una regulación específica propia sobre la materia, puedan ordenar su planificación urbanística y decidir dónde y en qué circunstancias pueden autorizarse pisos de uso turístico. En esos casos, según precisaron portavoces de Turismo, no se exigirá la expedición de ese certificado mientras dure ese plazo bianual de suspensión. Tampoco se reclamarán a las viviendas turísticas que ya estén inscritas antes de la entrada en vigor de la Ley (es decir, que el requisito del certificado urbanístico no tendrá carácter retroactivo). En cualquier caso, la obtención de ese certificado es una condición (un primer paso) para que el apartamento pueda ser legal, lo que no implica que disponer de él suponga automáticamente que ese piso turístico ya sea un establecimiento reglado (depende de que cumpla los demás requisitos que recoge la Ley, como la disposición de determinados servicios no hoteleros, y de que supere el control de la inspección).
Por lo pronto, una de las ciudades que ya está provista de dicha regulación urbanística es Alicante. En su Plan General vigente ya se concreta, desde 1987, que esa tipología de viviendas está contemplada con carácter general en todo el término municipal siempre que se trate de plantas baja o primeras plantas. Además, este agosto también se ha acordado una regulación específica para el Centro Tradicional y Casco Antiguo, de modo que en ambas zonas sólo se ampara la implantación de apartamentos turísticos en edificios completo, es decir, no en pisos individuales (un acuerdo similar al que se ha adoptado, por ejemplo, en el municipio de Benidorm).
De ahí que, como precisó la edil de Urbanismo, Mari Carmen de España (PP) a este diario, en estos últimos tres meses se haya atendido la solicitud de certificados de compatibilidad urbanística con normalidad, con la concesión de 40 de los 100 solicitados que, efectivamente, se ajustaban a esa regulación urbanística. De España apuntó que, en base a ese marco preexistente, se considera que la posible creación de más apartamentos turísticos gestionados por empresas o particulares no va a suponer una dificultad añadida para el Ayuntamiento. Con todo, señaló que el equipo de Gobierno sigue abierto a la posibilidad de redactar o unificar la regulación existente en una nueva ordenanza específica, en el caso de que se considerase necesario tras el desarrollo de las jornadas técnicas organizadas con la participación de los agentes sociales implicados (hoteleros, asociaciones gestoras de apartamentos, administradores de fincas y promotores, entre otros) para debatir al respecto.
Hasta el momento, de acuerdo con los datos del registro autonómico, la ciudad de Alicante figura entre los diez municipios con mayor número de pisos turísticos declarados o inscritos (sobre la oferta clandestina sólo puede haber estimaciones). En total, la cifra actual de apartamentos reglados asciende a 3.351 (1.096 de ellos, dados de alta desde enero hasta octubre), aunque todavía lejos de la situación de Benidorm, que continúa a la cabeza de la clasificación en la provincia con 7.989 (813 inscritos este año).
Tras Benidorm, se encuentra Calp con 4.146 (566 a lo largo de 2018). Y después, Dénia, que suma 3.926 (862 en este ejercicio). En cuarta posición figura Torrevieja, con 3.518 (1.078 en 2018), seguida por Xàbia, con 3.459 (641 altas nuevas). Alicante ocuparía el sexto puesto y Orihuela sería séptima, con 3.057 (699 nuevas). Los diez primeros puestos se completan con l'Alfàs del Pi (1.832), Teulada (1.510) y Santa Pola (1.443).