Benidorm en una imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINA. BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm lo tiene claro, tal y como interpretan la nueva Ley de Turismo de la Comunitat Valenciana, no hay cabida a nuevos apartamentos turísticos en la ciudad costera. Tanto es así, que están rechazando todas las peticiones de compatibilidad urbanística que ahora son necesarias para registrar estos alojamientos en la Comunitat. Así lo reconoce la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles, a preguntas del PSOE local en la comisión informativa del pasado lunes.
No obstante, sí que se está tramitando la petición de un bloque de viviendas. ¿Por qué? Como ya contara este diario en su momento, el Consistorio actúa bajo lo redactado en el Plan General de Ordenación Urbana. Éste dice que sólo se puede permitir en bloques de viviendas y siempre que el uso del suelo lo permita. Es dedir, apartamentos individuales de un edificio no estaría permitido, que es lo que están rechazando.
A su vez, como se decía, es un permiso que exige ahora la Comunitat para registrar esta actividad. Aunque habrá un periodo de transición para adaptarse a la nueva normativa.
Hay que tener en cuenta que la Agencia Valenciana de Turismo ha presentado un calendario de reuniones con las que pretenderá resolver las dudas a los técnicos municipales de Turismo y Urbanismo en toda la Comunitat. Asimismo, tratará de apoyarse en ellos para realizar un formulario único para todas las administraciones.
Pero no son los únicos que están teniendo problemas para obtener dicho permiso. Tal y como reclamaron los empresarios de la Marina Alta, los técnicos municipales de al menos dos localidades de la Marina Alta han mostrado su total y absoluto desconocimiento de los requerimientos, trámites a seguir y costes de la expedición del certificado de compatibilidad urbanística. Hay casos aún más preocupantes, como el de Dénia, que no tiene Plan General, con lo cual, se desconoce a qué marco legal se atendrán los técnicos.
Por un lado, el Ayuntamiento achaca los problemas a la nueva normativa en vigor desde julio, y por otro, piensan que es momento de actualizar las cartas urbanísticas de cada población para que incluyan este tipo de fenómenos que se han introducido en el día a día de las ciudades con el cambio de siglo.
