ALICANTE. La ciudad de Elche volvió a sonreír este domingo gracias a su equipo.
Veinticuatro horas después de lograr el ascenso a domicilio en Villarreal, la plantilla, cuerpo técnico y directiva del Elche volvían a poner patas arriba las calles y plazas de la ciudad de la Dama con una rúa en autobús descapotable desde el estadio Manuel Martínez Valero hasta una Plaça de Baix donde miles de aficionados entregados a la causa les aguardaban. Pero antes de salir al balcón del Ayuntamiento, los protagonistas eran recibidos por la corporación municipal con el alcalde, Carlos González, al frente. El primer edil agradecía a la plantilla franjiverde, con José Rojo Pacheta y Nino a la cabeza (al que se refirió como "leyenda"), la consecución de un objetivo que venía a considerar como intermedio y es que, como González recordaba, "el Elche es un club de Primera División" por lo que invitaba a la entidad a seguir trabajando para regresar a la máxima categoría. Diego García, presidente franjiverde y para el que hubo pitos desde la plaza, recogió el guante con un "el barco ya está enfilado y con las velas izadas hacia Primera (...) ahí queremos volver y cuanto antes".
Baño de masas
Y sí, llegó el momento de recibir el baño de masas, que para Nino y Pacheta fue tsunami, todo hay que decirlo.
El franjiverdismo cantó y saltó con sus ídolos, despidiéndose de la categoría de bronce con un "adiós a Segunda, adiós", celebrando el éxito alcanzado con el habitual "campeones, campeones" y acordándose, cómo no, del Hércules y Javier Tebas que comparten ya la condición de eternos rivales.
Ofrenda a la Virgen de la Asunción
A continuación, la comitiva se dirigió a la Basílica de Santa María para ofrecer a la Virgen de la Asunción, la Patrona de Elche, el ascenso.