ELCHE. La candidatura de Pablo Casado sigue intentando reforzar su posición en Elche, donde no se esperan sorpresas, ya que la actual dirección, bajo la gestión del presidente Pablo Ruz, está con el vicesecretario de Comunicación del partido, a quien une con el propio Ruz una buena amistad y un gran vínculo con la ciudad. Enfrente, el grupo que aún apoya a la exalcaldesa Mercedes Alonso a quien venció su otrora delfín el año pasado, que está con María Dolores de Cospedal —mientras tanto, la cúpula de la Dirección Provincial apuesta por Sáenz de Santamaría—. En la jornada del martes, la candidatura de Casado, mediante el vicesecretario nacional de los populares, Javier Maroto, volvió a pisar tierras ilicitanas para asegurar en la ciudad su victoria.
Serán 430 los militantes que tengan derecho a voto para elegir a uno los seis aspirantes que se presentan para dirigir el partido y ser el candidato a la presidencia del Gobierno. Entre ellos, destacan el propio Pablo Casado, quien ha hecho dos incursiones en la ciudad para la campaña, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría o José Manuel García Margallo. Son pocos los afiliados y afiliadas que se han inscrito en el censo para poder votar, sobre todo si se compara con la cantidad de casi 1300 votantes que lo hicieron en las primarias de la asamblea local del verano de 2017. Ha influido el tener que estar al día en el pago de las cuotas, y que “es la primera vez que no se elige a un candidato a dedo”, señalan fuentes del partido. En cualquier caso, el propio Ruz asevera que Elche es una de las ciudades de la Comunitat Valenciana con más afiliación registrada para votar.
Por otra parte, Alonso está con María Dolores de Cospedal, a quien la propia exalcaldesa está apoyando públicamente en sus redes sociales, quizá agotando las pocas opciones que le puedan quedar de volver a liderar el partido a nivel local, a pesar de que la dirección del partido a todos los niveles ha apoyado a Ruz como presidente y alcaldable para los comicios de 2019. Una posibilidad remota, ya que es candidato oficial elegido según los estatutos. Además, el alcaldable del PP local ha sido el primero elegido oficialmente de la provincia de Alicante. En cualquier caso, como ya mostró la negativa de Alonso y Granero a abandonar las portavocías en el grupo municipal, incluso el amago de moción de censura que este último planteó a título individual —recientemente ha indicado que no existía intención de llevarla a cabo por el toque de atención de la Dirección Provincial—, la exalcaldesa dará guerra hasta que pueda, sabiendo que presumiblemente ni ella ni sus fieles estarán en el grupo el año que viene.
En lo que respecta al encuentro de Maroto con la militancia, este atrajo a menos gente —y menos jóvenes, aunque hubo guiño hacia ellos— de la que acudió con Casado, y volvió a hablar de su candidatura como la de la “unidad”, señalando que han pisado tanto ciudades medianas y grandes como pequeñas poblaciones, generando consenso y respaldo de contrincantes políticas dentro del partido como Cristina Cifuentes o Esperanza Aguirre. También aseveró que “es el momento de hacer autocrítica con el pasado y de tener un discurso ideológico”, citando casos como el catalán, el ámbito educativo o el de los impuestos, hablando de su “necesaria bajada”. Asimismo, también habló de la corrupción, como se le trasladó desde la militancia, de la que indicó “es necesario poder pasar página”. Además, apuntó que lo que peor han hecho ha sido la gestión de esos casos, que han acabado por apartarlos del Gobierno Central. El próximo jueves, las bases del Partido Popular elegirán a su candidato a dirigir el partido y el país por primera vez en su historia.