ORIHUELA. La Asociación de Comerciantes del Municipio de Orihuela (ACMO) ha iniciado una campaña en internet para la recogida de firmas con la que trasladar al equipo de gobierno el malestar por los perjuicios generados por no estar funcionando la zona azul desde el 14 de enero, al finalizar el contrato de la mercantil que venía ejecutando el servicio de la ORA (Ordenanza de Regulación del Aparcamiento).
El presidente de la asociación, Asensio Pérez, recalca los graves perjuicios que está provocando esta situación para los comercios y hostelería del centro urbano de la ciudad. Al no existir esa regulación del aparcamiento, apenas hay movimiento de vehículos que dejen espacios libres por lo que califica la situación como “ciudad colapsada”. Explica que le han llegado muchas quejas de asociados y otros comerciantes en las que le relatan que muchos clientes de fuera, ante la imposibilidad de aparcar deciden marcharse. “Estamos decepcionados. Con la que está cayendo [sobre las consecuencias de la covid]… Denota poca sensibilidad” señala Pérez en referencia a que la inacción del equipo de gobierno haya desembocado en esta situación. “La gente no puede venir con normalidad. Cuando venga el buen tiempo va a ser una locura” concluye.
A esta situación se ha llegado después de que venciera el contrato el 14 de enero, incluida las prórrogas y sin opción a ninguna más, sin que desde la concejalía competente, Infraestructuras (Cs), se hubiera tramitado otro para dar continuidad al servicio. Este contrato se adjudicó en diciembre de 2015 a la mercantil Setex Aparki S. A. para un plazo de cuatro años con opción de prórroga de otros dos. En el contrato se fijó un canon anual a cuenta de la empresa de 200.000 euros. El 12 de enero de 2016 entró en funcionamiento la explotación y gestión del servicio. La empresa solicitó las dos prórrogas anuales contempladas, por lo que el pasado 14 de enero, esta mercantil dejaría de prestar el servicio. Y así fue.
El grupo municipal socialista dio la alarma en una tertulia radiofónica alertando de que el contrato había vencido. Fue en ese momento cuando saltó la noticia, aunque las personas que esa mañana aparcaron en zona azul, fruto del desconocimiento, efectuaron su pago correspondiente. Horas después, a primera hora de la tarde, el alcalde, Emilio Bascuñana, firmaba el decreto mediante el cual se suspendía la ORA y ordenaba a la Policía Local que precintara los parquímetros. El PSOE alertó en el verano de 2021 de que de no actuar de forma inmediata, dados los plazos que se requieren para este tipo de licitaciones, no se llegaría a tiempo. En julio de ese año, Infraestructuras adjudicó por 17.600 euros el contrato de asistencia técnica para la elaboración de la documentación con la que redactar los pliegos. Ese contrato tenía como plazo de ejecución seis meses, por lo que ese trabajo previo a licitación llegaría precisamente en el momento de la caducidad de la gestión de la zona azul.
Días después, el primer edil, Emilio Bascuñana, en un comunicado aseguraba que había solicitado informes a las áreas de Secretaría e Intervención con el fin de estudiar la posibilidad de retomar el servicio a través de medios municipales mientras se pone en marcha y se resuelve el proceso de licitación. Un proceso, que cómo mínimo, según señalan fuentes del Ayuntamiento no llevará menos de seis meses.
Este jueves, Bascuñana tiene previsto una reunión para tratar el tema. No obstante, señala, que mantiene la intención de que el servicio sea municipal de manera provisional cuanto antes.