Fotos: TONI MIRANDAALCOY. La artista alcoyana Mónica Jover Calvo y el Instituto Tecnológico del Textil (Aitex) se han unido en un proyecto de ‘site especific’ con el nombre de ‘Tejiendo futuro’, que une investigación y desarrollo en materia plástica y textil. Esta instalación artística, de once metros de largo y producida específicamente para la nueva sede de Aitex, está formada por piezas que conectan entre sí y en las que los hilos de nuevo se elevan en el aire, enlazando las obras con el edificio, tal y como explica la creadora. “Son cinco piezas que hablan de Aitex, que conectan con mi investigación artística de estos últimos años”. Han sido cinco meses de intenso trabajo y ya está instalada en la nueva sede del Instituto del Textil.
Y es que la obra de Mónica Jover ha partido del abstracto enfocado a su entorno, tanto el natural como el cultural e histórico, lo que la ha llevado al uso del hilo, que ha salido de sus obras para unirse al espacio que la rodea. En 2019 su proyecto se alzó con el premio ‘Llançadora’, convocado por el Ayuntamiento de Alcoy, que le permitió explorar nuevos caminos y “donde se combinaba por primera vez aquello que Jover Calvo traducía como parte de su esencia, su personal plástica unida a la tradición industrial de su ciudad y su cultura”, como señala Lucía Romero, presidenta de la Asociación Valenciana de Críticos de Arte (AVCA). Como apunta, a través del hilo genera un concepto de “pintura expandida”, que consigue “elevar la relación entre la obra bidimensional y el hilo hacia una nueva creación volumétrica en el espacio, donde todo confluye”.
Cinco son las piezas que conforman ‘Tejiendo futuro’, en las que une el objetivo del Instituto Tecnológico con la obra de la artista. Una obra de grandes dimensiones permite diferentes proyecciones de los hilos gracias a su emplazamiento, y se suma la pieza situada en lo alto que apunta a la histórica industria textil de la ciudad. El resto de obras se refieren al entorno natural y al agua, jugando con las sombras y los tonos, a la vez que dos piezas aluden a la sociedad y al edificio en que se encuentran.
Lucía Romero explica que “toda esta obra instalativa ha significado un control técnico importante y un estudio previo de las cualidades y reacciones del hilo tensado a tanta altura para que formen estos efectos ópticos a medida que el espectador se mueve. Puedes circular alrededor de ella generando un leve movimiento”.
