ALICANTE. La Academia de las Artes Escénicas de España se presenta por primera vez en Alicante, en el marco de la XXIV Muestra de Teatro de Autores Contemporáneos. Se presenta por primera vez como institución a expensas de la invitación del “Teatro Alicantino”, encarnado en el director de la Muestra, Guillermo Heras, y los académicos más cercanos, como Juan Luís Mira. La función principal de esta presencia será el apoyo decidido y expreso a la Muestra y a sus perspectivas de futuro.
José Luís Alonso de Santos, presidente de la Academia, junto con la vicepresidenta Rosángeles Valls y el autor y director Rodolf Sirera, han acompañado a la autora Carmen Losa en la presentación de su obra La esfera que nos contiene, cuyo estreno estaba previsto la noche del lunes en el Teatre Arniches. Pilar Bosch, responsable de comunicación de la Muestra, ha convertido en una esta representación, a pesar de encontrarse repartida entre la “mesa presidencial” y el “patio de butacas”, agradeciendo tanto la presencia de Valls, directora de Ananda Dansa, como a Sirera, estando como está esta edición dedicada también a la memoria de su hermano Josep Lluís, fallecido el pasado 2015.
Alonso de Santos ha hecho gala de sus características lucidez y sinceridad, dejando unas cuantas perlas, tanto en su intervención, como en la rueda de preguntas: “Alicante tiene que descentralizarse de Madrid y de Valencia, que ya tiene dos líos ahí”, por ejemplo.
Carmen Losa ha presentado La esfera que nos contiene como una reivindicación de la educación y los docentes de la República, que se ve proyectada en la situación actual y perenne de la Educación, donde ellos, maestras y maestros, acaban siendo menospreciados y atacados desde el miedo a lo desconocido, y justo revelar lo desconocido es el fin último de su trabajo. En esta presentación, Losa ha incluido un inciso para hacerse eco de la aceptación por parte de la profesión teatral de lo que ha venido a llamar censura económica: producciones mínimas, con pocos actores, con pocos personajes, lo que tiende a igualar la temática dramática a escenas de situación. Alonso de Santos ha recogido el guante de su pupila, con suma cortesía, pero con cierto hartazgo ante la permanente queja del colectivo: “al fin y al cabo los que están aquí en la Muestra son los que han sido escogidos para estrenar, peor están los que se han quedado fuera”. A partir de aquí, una histórica ejemplificación de la constante tensión interna entre la tendencia juglaresca y la trovadoresca de todo dramaturgo, identificando juglares con espíritus libres e independientes y trovadores con escritores a sueldo de palacio.
Acertada, tal vez, aunque también los poetas surgen de la tradición trovadoresca, y a estos no les paga nadie. Ni las Academias, que suelen elegirlos poco, tres de cuarenta y cuatro, actualmente.
La Academia de las Artes Escénicas viene a Alicante a establecer puentes de comunicación y colaboración, con la Muestra y con el colectivo teatral: Madrid, Alicante, Valencia.