ALICANTE. Según la mitología griega, Caronte es el barquero responsable de transportar en barca fúnebre todas las almas de los muertos errantes hasta el reino del inframundo gobernado por Hades. Siempre que el difunto pagara el peaje con una moneda, Caronte aceptaba con gusto ser el conductor de este viaje de esta especie de banquero con remos. Más allá de toda leyenda, el Restaurante Karonte quiere jugar con los sentidos a través de cocina de gran arraigo alicantino tal y como se puede observar en su extensa carta repleta de arroces, entrantes, mariscos y postres caseros.
El dueño de Karonte David Jiménez que desde hace más de 17 años se dedica al mundo de la hostelería y tras certificar en otros locales, bajo el sello también de de Karonte, como en la calle Reyes Católicos y en la playa de San Juan, donde se encuentra actualmente la arrocería Daksa, este cocinero nos propone un viaje gastronómico con los "sabores de aquí". El local donde trabaja actualmente este cocinero alicantino, con experiencia en otras cocinas como la del Nou Manolín o en los hoteles de cadena Hilton de Londres, tiene un aforo de 120 de personas.
Dentro de su carta destacan algunos entrantes como la ensaladilla de Huelva a base de gamba blanca, papas arrugás con mojo rojo y verde canario, mejillones al curry rojo thai, tomate raff trinchado con ahumados y encurtidos, alcachofas confitadas con jamón ibérico o un foie micuit con confitura de flores.
Como platos principales sobresalen la extensa carta de variedad de arroces de todo tipo y condición. Para Jiménez, es "muy importante ofrecer una gran variedad de arroces y más en la zona donde estamos situados. Este es un restaurante con mucho tipo de público pero sobre todo suelen apostar por los sabores más tradicionales"
Entre los arroces destacan el arroz a banda, arroz de ajetes, rape, alcachofas y almejas, el original arroz de secreto ibérico y setas o la fideuá meloso de pato y boletus. "Entre semana y más en invierno reforzamos nuestra cocina para ofrecer platos típicos de cuchara como callos, lentejas, judías o fabada" explica el cocinero.
Además del arroz, como platos principales, el comensal también tiene la opción de probar el taco de atún rojo, lomo de bacalao, chuletillas de cordero con ajetes tiernos o, para compartir, un chuletón de Ávila con 45 días de maduración. En los postres, despuntan los coulants de chocolate blanco y negro, turrón, el brownie de chocolate, la tarta red velvet o un tiramisú casero.
