por amor al arte / OPINIÓN

Julia Roberts

Trump, la compra de armas de Dolores de Cospedal, la genuflexión de los deportistas y el desprecio a Puerto Rico. Mariano Rajoy y Carles Puigdemont, dos nuevos símbolos del fracaso de la derecha catalana y española. Ceci n’est pas une pipe de René Magritte. Ximo Puig toma las riendas. Mónica Oltra se aleja. Gabriel Echávarri contra las cuerdas

1/10/2017 - 

Mariano Rajoy pasará a la historia como el sepulturero de la Restauración del 78 tras la muerte del General Francisco Franco. Sí, es el Maura de 2017. Fin de ciclo. Felipe VI necesita una Constitución que le sobreviva. España reclama una alternativa inclusiva desde la izquierda. Pedro Sánchez, después del autoimpuesto voto de silencio trapense, debería, mañana, estar a la altura. Albert Rivera y Pablo Iglesias cortejan y se pavonean en la Corte con la desmesura y desenvoltura de 222 pavos reales, aunque, a la hora de la verdad, se retro-producen con una esterilidad empalmante. Podemos -cada vez más conjunto significante vacío, esa pared sin pintura negra de la casa de Goya- se difumina entre Errejón -que ha pegado el estirón- la nostalgia de Carrillo y la esperanza de Colau, Carmena y Oltra. Una Mónica, Kelly por un día, cada vez más alejada  de la tasa del sucre, del socarrat del Bloc de Àgueda Micó.

Históricamente, el problema catalán ha sido obviado y ninguneado por un –y su estirpe mesozoica- PP  que desde su refundación requeté lo ha explotado y azuzado como un caladero de votos –esquema Euskadi- o reducido a una cuestión de derecho administrativo y de orden público. Mientras, la banca espera en el spa alpino –cauta y feliz- la resolución. La gente, comulgada, o al menos confesada en la red, sigue embarrada, atrincheradísima y exhausta. Herida de pronóstico reservado sin absolución por impacto de estandartes y propaganda. La epifanía de la ordinary people. Gas mostaza o Bretton Woods. Ruedas de prensa sin preguntas y a 10 euros la entrada. Urnas y banderas made in China. La factura del pic-nic y vivac catalán la –ya lo estamos haciendo- acabaremos pagando los valencianos. 

Ante el triunfo del relato pro-referéndum, dos truenos han resquebrajado el silencio sepulcral de los dos papas y de la cúpula mercantil de la Conferencia Episcopal. La bendición urbi et orbi, sí, definitivamente, bautiza y homologa –con la disidencia activa del cardenal Cañizares- el desafío catalán. Y vaticaniza la derecha cristiana del Pdcat. Trump ignora y humilla la estrategia –la tontería catalana- de la Moncloa. Macron napoleonea a los 27 y Valls profetiza la muerte de Europa. Merkel y los nazis. Putin acata pero no se cuadra. Tiempo de berrea del ciervo. Hoy, el torrente cerebral, la descarga sanguínea, impide cualquier prognosis. Las profecías son un privilegio de insignes –Alejandro "El Inaugurador" Font de Mora- forenses, músicos, economistas y paleógrafos expertos en descifrar el futuro en las vísceras de las víctimas pasado. Si no se desata el desastre, la tensión desembocará en –Padre Urkullu que estás en los cielos- un referéndum pactado. Eso, si el martes o el 6 de octubre no tenemos una declaración unilateral de independencia. Chenoa y Juan Carlos I no se pronuncian: Desperfectos Perfectos. Estamos sólo al principio. Lo siento.

Ximo Puig no cesará a nadie. Por ahora. Es que el president sí hace política. El equilibrio y la estabilidad del Botànic –y del tripartit en Alacant y en el cap i casal- es un valor en sí mismo. Mar de la serenidad. De ahí el asedio –acoso y derribo- de la derecha ejerciente –o sea, la mediática- a Montón, Bravo, Marzà –que tocan el negoci- o el incienso, l’exaltació de fallera major a los inofensivos Rafael Climent  y el conseller alicantino e informativo, el pre-alcladable Manuel Alcaraz. Puig llama a maitines, se arremanga y se propone enfriar el ambiente bajando el balón al suelo, desatascando toneladas de toallitas con el nuevo proyecto de Ley del Plurilingüismo y una negociación con la Moncloa. Y seduciendo al podemita Antonio Estañ con lo de la la tasa turística. Mientras, media con los Trénor y los Fontestad –sí, la Coca Cola, el tren y la Casa de la Caridad de la València eterna- para resolver el lío -¡ah…qué recuerdos…el de los multimillonarios zapatos de Llombart, del conseller + super-pijo, del viaje de bodas a Marraquech con Alberto Fabra, el del asesinato de Canal 9…!- de lo del IVO. Los pacientes son sagrados. No el dinero.

Electricidad en el ambiente. Les Corts. Magnífica la kaleborroka de Isabel Bonig en el hemiciclo jaleada por el iletrado Juan José Zaplana que conserva, mejorándola, la solidez intelectual de sus paisanos Sant Vicenters García Antón y Luisa Pastor. Una Bonig refunfuñante recibida como una princesa desterrada y medio destronada de cuarta y media -nada que ver con la majestuosidad de la bajada de escalera faraónica de Mónica Oltra- en el Palacio Provincial alacantí por su mayor enemigo político César Sánchez. Reseñables la subida a la red de Manuel Mata, síndic socialista y la inanidad de Mari Carmen Sáez. Siempre alerta a Fernando Llopis, que es el Toni Cantó alicantino pero con muchísimo más –x 1 millón- ego e incontinencia, y que conspira –el botón nuclear de Ciudadanos- para sustituirla. De traca la ineficiencia –ai Ramón com està el món! de Lluis El Sifoner- de Enric Morera, president de Les Corts por descarte. Una leyenda urbana sacude el País Valencià: Julià Alvaro cuenta con el respaldo de alguien. La quema de la paja del arroz. L’ajuntament d’Alacant. El president XP da la cara por sus consellers. Cauteloso, escuda, avala a Gabriel Echávarri. Y a Sandra Gómez. Las fallas son en Marzo. Las Hogueras en junio. Sant Josep. Sant Joan. Fuego. Y amor. Y la banyà.

El 3-O, los alicantinos donarán su médula y sangre en el Teatro Principal de Súper Sanguino. Y el ministro Íñigo De la Serna protestará contra sí mismo  junto a AVE y el resto del empresariado del Arco Mediterráneo en Madrid por el bloqueo popular -va más veloz la flecha que el running- al Corredor Mediterráneo. La Audiencia procesa a Alperi, Castedo y Ortiz. El juez Manrique Tejada ha sufrido un verdadero linchamiento. La Volvo da marcha atrás. Como dice Ramón de Soto, SOS ¡Alerta por Crucero!: los turistas sin Marmarela, museos, misas cantadas ni siquiera el consuelo de la tierra sagrada de los clubs de cannabis. Gerard Fullana de Compromís impugna en los tribunales la primera–por ahora- ayuda VIP a dedo de la Diputación de Alicante. Luis Barcala y Yaneth Giraldo desencadenan el huracán de la expulsión de Echávarri del paraíso infernal. Más emoción, imposible. Peinados para ir a la oficina o a los refugios antinucleares. Encomendamos nuestro espíritu a la Mare de Déu de Loewe y la Transparència y al Nostre Senyor Robat d’Onil. O sea, a Nerea Belmonte. Y FernandoSepulcre. 

Miguel Ríos, Honoris Causa de la UMH. El próximo, Ismael López Belda. DNA festival gastronómico en Dénia.  Francis Mojica juega ya en otra división.  Felicidades a Elx por el Museu Pusol. La Británica, un espacio para la cultura en el corazón de Alicante. Adiós a Antonio Isasi-Isasmendi y al controvertido Hugh Hefner. Todos hemos sido alguna vez conejitas. Casa Cesilia celebra hoy su fiesta de la vendimia. El doctor en medicina y músico borrianenc Juan José Llopis ha encontrado la conexión poética de David Lynch y Haruki Murakami. Rafael Sánchez Ferlosio el maestro de todos los escrivivientes, Premio de Ensayo Caballero Bonald. En la Lonja del Pescado, el Consorci de Museus presenta La deriva de un gesto Post-Romántico de Hugoi Martínez Tormo. Vicent Carda Abstrac3 en el nuevo Círculo de Bellas Artes de València. Remedios Zafra, premio ensayo de Anagrama por El entusiasmo, una cruda descripción de la proletarización de la cultura en la era digital. Imperdible. Julia Roberts, Ellen De Generes y David Beckham unidos por el reconocimiento y fomento del fútbol femenino. Que este fin de semana entra por primera vez en una de las dos únicas, inmutables y genuinas instituciones españolas: la quiniela. La otra, la lotería. Suerte.

Juan Carlos De Manuel Rozalén

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