ALICANTE. Una vez más Lluís Planagumà veía este domingo como su confianza era correspondida por el protagonista de una de sus rotaciones.
Si en el encuentro en Barakaldo sorprendió (a algunos) dando la titularidad a Adri Jiménez en detrimento de Nani, una oportunidad que el lateral madrileño no dejó escapar, firmando un gran partido en el Nuevo Lasesarre que le permitió este domingo repetir en el once inicial, este domingo la novedad en el mismo era la presencia de Juli.
El preparador barcelonés optó por el delantero alcoyano en detrimento de Pol Roigé (Chechu estaba en el banquillo, pero venía de una lesión) para jugar más por dentro, tal y como aclararía en la rueda de prensa posterior al partido. Juli, que tras los fichajes en el mercado de invierno parecía condenado a no disfrutar ya de minutos, respondió cuajando un gran partido y es que participó en dos de las tres ocasiones más claras de los suyos: los mano a mano con el meta visitante de que dispuso Benja a pase del jugador alicantino primero y él mismo después.
Además, Juli volvió a dar muestra de la casta que le caracteriza y es que a la media hora de juego y tras un feo choque con el lateral diestro del Barakaldo, Óscar Prats, tuvieron que poner siete grapas para cerrarle una brecha en la parte posterior de la cabeza, disputando el resto del choque con un aparatoso vendaje.