ALCOY (EFE). Juli Cerdá, quien hasta la pasada temporada fue el capitán del Alcoyano, tiene muchas opciones de volver al club de su ciudad, pero no como futbolista, sino para formar parte del cuerpo técnico de Vicente Parras como segundo.
El Alcoyano sigue adelante con su Operación Salida, que no solo afecta a su plantilla, con el anuncio a comienzos de semana que cinco jugadores no seguirán la próxima temporada en el equipo, puesto que también afecta al cuerpo técnico.
La más que segura marcha de Jordi Gil, segundo de Vicente Parras desde la etapa del técnico alicantino en el Ontinyent, por razones familiares han disparado los rumores sobre el regreso de Juli Cerdá, que el pasado verano no renovó tras cumplir los tres años de contrato siendo el capitán del equipo.
El ex de Elche, Rayo Vallecano, Alavés, Córdoba y Hércules, entre otros equipos, decidió no colgar las botas a pesar de contar con 41 años y esta temporada ha jugador en el Ontinyent 1931, en la Regional Preferente, con el que ha sido pieza fundamental y tiene un año más de contrato en caso de ascender.
Sin embargo, el jugador ha dejado claro su voluntad de volver al Alcoyano y de formar parte de su cuerpo técnico, puesto que su intención es prolongar su vida profesional en los banquillos.
La vuelta de Juli Cerdá al Alcoyano sería muy bien vista por la afición, que considera como un ídolo. El aficionado no olvida el gesto que tuvo hace cuatro temporadas, cuando el Alcoyano descendió a Tercera División, en el que renunció al año de contrato que tenía con el Hércules y jugar en una categoría inferior para liderar el regreso de los de Vicente Parras a la Segunda B la temporada siguiente.