Juan Riera: "No es necesario vender el Palas para hacer la nueva sede; podríamos empezar en 2023"
Juan Riera: "No es necesario vender el Palas para hacer la nueva sede; podríamos empezar en 2023"
ALICANTE. Juan Bautista Riera (València, 1946) se ha acostumbrado a protagonizar hitos en la Cámara de Comercio de Alicante. Este constructor (y más cosas) de la Marina Alta ha sido el primer presidente de la institución que ha tenido que aprobar un ERTE, durante el confinamiento, o quien ha visto a la Cámara recuperar los números negros tras la supresión de la cuota obligatoria (recurso cameral permanente). Y, salvo sorpresa mayúscula, será el primer presidente en muchos años que tendrá que 'pelear' por su continuidad, frente a las transiciones pactadas que se recuerdan desde los años noventa.
-Quedan pocos días para que se celebren las votaciones presenciales al pleno de la Cámara, ¿qué sensaciones tiene?
-Las sensaciones que tengo son que cuento con muchos apoyos, porque creo que hay mucha gente que se identifica con mi forma de ser y de presidir la institución, mi respeto hacia las instituciones y la defensa del sector empresarial: empresarios, pymes, autónomos... La sensación que tengo es buena.
-Usted y Carlos Baño, el otro candidato, siguen siendo presidente y vicepresidente segundo y hablando cada día. ¿Hay tiempo para evitar la división del pleno [el presidente se elige en segunda instancia, de entre los 60 vocales] y pactar una candidatura única?
-Es complicado, dado el número de candidatos que se han presentado por los diferentes grupos. Dificulta mucho el entendimiento, en el sentido de llegar a acuerdos para que no se produjeran elecciones en determinados grupos. Algunos candidatos lo apoyan a él, otros a mi, y otros son independientes, con lo cual es difícil un entendimiento previo a las elecciones.
-Todo apunta entonces a que será la primera vez en mucho tiempo en que se llegue al momento de que los vocales del pleno tengan que elegir entre dos candidatos, dando por sentado que tanto Baño como usted conseguirán asiento.
-Bueno, pues sí. Pero eso tampoco es malo, ¿no? Que haya dos candidatos y que el pleno decida cuál de ellos se identifica más con sus ideas y su forma de ver el futuro de la Cámara.
-Estamos hablando mucho de lo que usted ha definido como "su forma de entender la Cámara". ¿Qué diferencias hay con la forma de entenderla del otro candidato, por qué cree que alguien ha considerado necesaria una segunda candidatura para hacer las cosas de otra forma?
-No, no creo que uno se plantee juzgar la forma de hacer del otro. Yo creo que es una cuestión de ambición personal, de que uno quiere ser presidente de la Cámara, lo cual es totalmente lícito y normal. No es tanto una crítica hacia la forma de hacer de otro, sino una cuestión propia, de desear ser presidente. Lo cual, como digo, es totalmente lícito.
-Una de las críticas que hace Baño de la Cámara actual es que la media de edad de los vocales es muy alta, y que hay pocas mujeres. Es decir: muchos hombres y muy mayores. Algo a lo que usted hizo alusión en el último pleno antes de la convocatoria electoral. ¿Está de acuerdo?
-Bien, yo no creo que la edad sea un impedimento para presidir la Cámara, siempre que uno tenga las facultades necesarias. Y creo que sigo manteniéndolas. La edad aporta experiencia, conocimientos, relaciones, y sin duda eso es algo que yo tengo. En cuanto a los jóvenes y las mujeres, pues es verdad, pero la composición del pleno de la Cámara es democrática, como sabe. No hay más mujeres porque no se han presentado, y no hay más jóvenes porque no se han presentado. Pero desde mi candidatura impulso la participación de mujeres y jóvenes, aunque aquí no miramos el carné de identidad de nadie y todos los miembros del pleno tienen los mismos derechos, sean mujeres u hombres, jóvenes o mayores.
-Volvamos a la Noche de la Economía en la que ambos anuncian sus candidaturas y en cómo las elecciones ensombrecieron la primera entrega de premios de la Cámara tras la pandemia. ¿Cómo estalló aquella situación?
-Mantuvimos una conversación previa a la Noche de la Economía en la que le comenté a Carlos que iba a anunciar mi candidatura, y él entendió que debía mandar aquel comunicado para anunciar la suya. Es algo que sucedió así y no tengo nada más que argumentar.
-Hagamos balance. Es usted el único presidente de la Cámara que se ha enfrentado a una pandemia y a sus consecuencias, que han marcado la mitad del mandato. ¿El balance es positivo?
-Yo creo que sí. La Cámara ha seguido prestando los servicios a las empresas incluso en los momentos más duros de forma exitosa. Con webinars, con atención presencial en la medida de lo posible, y creo que hemos avanzado mucho tecnológicamente, digitalmente, y creo que el paso por la pandemia lo hemos superado de forma exitosa. Además, hay una prueba muy clara. De la Cámara se dice que no es suficientemente conocida, pero de los empresarios que utilizan nuestros servicios, más de un 90% está satisfecho, con lo cual, no lo haremos tan mal.
-La digitalización, precisamente, es otro de sus caballos de batalla, sobre todo para las pymes que no pueden hacerlo por sí solas.
-Aquí hay dos vertientes. Una es, como usted bien ha dicho, la digitalización de las pymes. Actualmente, una empresa que no se actualice digitalmente es una empresa sin futuro. Y por otra parte está la formación profesional, donde es conocida la falta de mano de obra cualificada en muchísimos sectores. Ahí la Cámara tiene una labor importante, como ya la está teniendo con programas que tienen un gran éxito de asistencia y de grado de recolocación en las empresas. Y creo que hay una apuesta más, importante, que es la formación a medida de las empresas. Que detectemos qué necesidades tienen y respondamos con ciclos formativos adaptados. La formación dual es algo que hay que acometer sí o sí el próximo mandato, sea quien sea el presidente.
-¿Qué otras grandes cuestiones cree que debe afrontar la Cámara en los próximos cuatro años?
-La fundamental es la modernización de la propia Cámara y de las empresas, pero además en comercio exterior tenemos una labor importante que realizar. El panorama global es muy cambiante, hay que estar atento a los mercados alternativos interesantes y ayudar a nuestras empresas para acceder a ellos. Para vender es básico abrir nuevos mercados, y para comprar hay que detectar alternativas para las materias primas que respondan a nuestras necesidades y abaraten en lo posible los costos.
-En este escenario, ¿cómo ve la estrategia del puerto de Alicante?
-Creo que ha dado pasos importantes, primero para integrarse en la ciudad, y luego está potenciando, dentro de sus posibilidades porque no somos el puerto de Algeciras ni el de Valencia, su papel para ayudar a nuestro sector productivo. Creo que lo está haciendo bien, y que el nuevo presidente [Julián López] va a seguir por ese camino.
-Las exportaciones de Alicante están creciendo de forma notable desde la pandemia, después de flojear en los años previos. Es verdad que en un contexto general de crecimiento, pero es una tendencia positiva. ¿Se están haciendo bien las cosas?
-Sí. Somos una provincia exportadora, seguimos exportando, y poco más puedo decir que animar a nuestras empresas a seguir en esa línea, abriendo nuevos mercados y consolidando los maduros. Hay otro dato llamativo y es la cantidad de empresas nuevas que se crean en nuestra provincia, entre las primeras de España en este apartado, y eso indica el dinamismo y el carácter emprendedor de Alicante. Aunque por otro lado es cierto que hay que venderla mejor en el exterior, tanto en España como en el resto del mundo. Ofrecemos unos atractivos como el aeropuerto y sus conexiones con toda Europa, el clima, nuestros servicios, y ahora un área de expansión digital importante... y esto es contagioso, las empresas van donde hay empresas. Creo que el Ayuntamiento y la Diputación ya lo están haciendo, y nosotros en esa estrategia somos un elemento clave por nuestra transversalidad tanto en España como fuera, porque las Cámaras existen en todo el mundo. Antes de la pandemia yo tenía un plan para 'vender' Alicante como destino digital, pero vino el covid y aquello se fue al agua por las limitaciones a la movilidad.
-Al principio de la entrevista decía usted que es un presidente respetuoso con las instituciones, pero eso no quiere decir que no haya que tirarles de las orejas cuando lo merecen. ¿Qué hay que pedirle ahora mismo a los poderes públicos?
-Creo que hay que seguir la línea que llevábamos. Las infraestructuras son importantes, la movilidad de las personas y las mercancías, eso es básico. Luego, la formación, hay que establecer medios para que la administración llegue más lejos y mejor a cubrir las necesidades de mano de obra. Y políticamente, hay que ser equidistante, o yo al menos pienso así. Como corporación de derecho público tenemos que ser respetuosos, pero respetuosos no quiere decir que nos dejemos silenciar y no reivindiquemos lo que entendemos que es bueno para nuestro sistema productivo. Yo en la Noche de la Economía he reclamado a la Generalitat aquello que entendía que era mejorable. En todo caso, no hay una gran cuestión definitiva, las necesidades van apareciendo a medida que la situación evoluciona, y algo que hace seis meses no existía de repente existe. El agua sí, es irrenunciable, o la financiación autonómica, que tenemos que seguir reivindicando, y las infraestructuras, como he dicho antes. Pero también el suelo industrial, hay que mejorar el que existe y crear más donde hace falta. Porque estamos detectando fugas de empresas a otras provincias por carecer de espacios adecuados.
-¿Cómo ven la recuperación de las empresas alicantinas postpandemia?
-Aquí hay una cuestión preocupante, que es el IPC. Produce un desequilibrio entre el salario y el gasto. Está rondando los dos dígitos, vamos a ver como evoluciona, porque aumentar los salarios crearía una espiral peligrosa al aumentar costes y por tanto precio. Afortunadamente, la energía eléctrica ya está reduciendo los costes, que es un factor muy importante, y vamos a ver qué ocurre con el gas a raíz del conflicto en Ucrania. Yo creo que es un momento de expectativa, de estar alerta. Y creo también que el comportamiento de las empresas es extraordinario, porque están manteniendo el precio a pérdidas, o a costa del beneficio, según el caso, con un esfuerzo importante. El mercado laboral también está conteniéndose pese a las dificultades que me consta que atraviesa, y lo que hay que desear es que la situación se normalice cuanto antes y los IPC vuelvan a valores normales; que la riqueza siga creciendo y nos permita afrontar el futuro con más tranquilidad para todos.
-Para finalizar: si sale elegido presidente, ¿es para finalizar el mandato de cuatro años o abandonaría antes?
-Si salgo elegido presidente, la idea es agotar mandato, sí. Otra cosa es que las circunstancias aconsejen lo contrario, pero en las circunstancias actuales, y sin un acuerdo previo, la idea es agotar mandato.
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