Javier Gómez: "El control económico existe porque los clubes lo han pedido"

8/05/2019 - 

MADRID (EFE). El director general corporativo de Laliga, Javier Gómez, ha explicado esta mañana el mecanismo de aplicación del control económico de LaLiga a los clubes y ha destacado que son precisamente estos los que demandan este tipo de control.

Javier Gómez, que ha participado en un acto organizado por BDO SPORTS e ISDE Law Business School junto al Instituto superior de Derecho y Economía, ha señalado en su intervención que el éxito de este control se basa en que "se ha hecho porque los clubes han querido unas normas para todos igual y un sistema sancionador que castigue al que no lo cumple".

A lo que ha añadido que son los propios clubes los que, cuando detectan un incumplimiento en otros equipos de estas normas, acuden a LaLiga para que se apliquen las sanciones correspondientes.

El motivo de la implantación del control económico, según ha comentado Gómez, se llevó a acabo porque en 2012 existía una situación en el fútbol de "incumplimiento permanente de obligaciones", principalmente con la Agencia Tributaria.

De esta forma, la situación de incumplimiento se traducía en ratios económicos financieros de insolvencia, más de 340 denuncias anuales de jugadores por impagos y la mitad del sector en concurso de acreedores.

El control económico se estableció en la temporada 2013-14 y su principal novedad es que "completa el 'fair play financiero' de la UEFA", según ha explicado Gómez, ya que la UEFA realiza un control a posteriori, mientas que el de LaLiga, además de a posteriori es a priori para "intentar que no se den estas situaciones y los clubes no sufran pérdidas".

Todo ello mediante un protocolo de 110 normas comunes para los clubes de fútbol para evitar que lleguen a esas situaciones de insolvencia y si llegan, que el sistema no les permita anclarse en esa situación, ya que el incumplimiento de las normas conlleva apertura de expedientes y sanciones.

Las normas determinan la forma en la que deben hacer los clubes el presupuesto de la próxima temporada para evitar pérdidas económicas y, según ha resaltado Gómez "la piedra angular" de este control "es que LaLiga fije cada temporada a cada club cuál es el limite máximo de plantilla deportiva puede tener" a través de las cifras presentadas por los clubes hasta el pasado 30 de abril.

Estas cifras declaradas por los clubes vienen como resultado de calcular los beneficios, que pueden ser por ejemplo lo que ingresa un club al entrar en Champions League o beneficios por traspasos de jugadores, así como las primas colectivas, y restarles los gastos estructurales. Pero al tener que presentar estos números con antelación, lo que se hace con esas cifras es establecer una media.

Esto quiere decir que para el presupuesto del año siguiente se calcula el beneficio por traspaso de jugadores mediante la media de los beneficios obtenidos en este concepto durante las tres temporadas anteriores y lo mismo ocurre con la Champions League, si el club en cuestión se ha clasificado en temporada anteriores.

Como resultado de esta operación matemática, la liga informa a cada club del límite de plantilla deportiva que le corresponde y estas cifras se pueden ir actualizando después de abril según las diferentes operaciones que haga el club como contratar o vender jugadores.

En el caso de aquellos jugadores que sean fichados con un sueldo fijo más variables, está cantidad también se incluye en los gastos sumada al del salario fijo del futbolista en cuestión; es decir, lo que cobre el jugador más el porcentaje de variables establecido en el contrato.

Una vez hecho el cálculo, el club envía la información y tres técnicos la analizan y proponen al Órgano de Validación el limite de plantilla deportiva que le correspondería al club correspondiente y en caso de que el club no esté de acuerdo, interviene el Comité de Control Económico.

Otro aspecto que ha destacado el director general corporativo de Laliga es que este control se encuentra en fase de evolución, ya que hace cuatro años se aprobó la imposición de ratios más duros para que aquellos clubes que tienen una mala situación económica no puedan participar en la competiciones. Así, se ha establecido un periodo de adaptación y transitoria hasta la temporada en 2022-23 con unos ratios más exigentes.

Por último, Gómez se ha referido al caso del Reus y del Córdoba haciendo hincapié en que "la existencia del control económico no garantiza que los clubes no tengan pérdidas" y ha explicado que los jugadores del Reus han cobrado lo que les correspondía porque LaLiga se lo ha pagado.

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