ALICANTE. Ximo Puig recomienda que las Fallas y la Magdalena sean lectivas este año. Y una desescalada gradual sin despeños ante la inminente cuarta ola. Tras el reajuste de las catalanas ha renacido el amor verdadero en el Botànic. Mónica Oltra -con canas como SM la Reina- adora al president. Pilar Lima no sabe si le quieren los suyos. La moción de Teulada reaviva el fuego eterno. Vladímir Putin llama a sus agentes y streamers para que le expliquen el lío socialista de San Vicente. Puig ha sido inflexible: apoyará sin fisuras a sus alcaldes y candidatos con mano dura. Nada de experimentos anósmicos y sarracenos. Sandra Martín y Paco Sanguino reclaman la retirada del amianto de los edificios públicos y en ruinas. Isabel Bonig se reafirma como candidata ante Carlos Mazón. Joe Biden retoma la diplomacia “softpower” con Irán y Arabia Saudita. Y el bombardeo en Siria.
Gracias al mesurado elogio del gaupérrimo miliciano Arturo Pérez Reverte que le calificó como “un parlamentario formidable”, la indiscutible figura de la semana, con permiso de Pau Gasol, Ana Obregón, Irene Montero y la alicantina Vanesa Romero es, indudablemente, Toni Cantó. Que además de plantarle cara a Inés Arrimadas, arrearle de lo lindo al president y a Compromís en les Corts, no dudó en afirmar que no le extraña “que nos quieran fichar los demás porque somos muy buenos”. Es que el nene siempre ha estado así como muy afectado de pibonexia, como le soltó Susi Caramelo. Rosa Díez declara que “Sánchez quiere ser el caudillo de España en el siglo XXI”. Esperanza Aguirre siente que Bárcenas la quiere “empitonar”. El corazón QAnon que Michael Flinn le acaba de arrancar a la jirafa todavía viva. Se pone de moda el sexo kink y la bichectomía, la operación de quirúrgica de los famosos. Follar en tiempos revueltos. No, no ha lugar. Un 8M simbólico. Carrerillas de caballitos de mar. Paz y bien.
Juan Carlos I está siguiendo una senda difícil de entender por el resto de los mortales. Su comportamiento le enemista con su propio hijo, complica la sucesión y crea desconcierto en el derecha monárquica. Uno lee a José Antonio Zarzalejos y vuelve a la casilla de salida. La repatriación. El gobierno intenta pasar los deberes a limpio. Pero todo son renglones torcidos. Impunidad incívica. La agenda nacional se cuela en la práctica política del govern, en el juego de las diputaciones y marca a fuego el desorden del día del Ayuntamiento de Alicante. Cruzan sonrientes la pantalla tres centurias de falleras invitadas cantando por Rosalía en lo último de C. Tangana. Y se desvanecen. Como escribía el otro día David Martínez aquí en Alicante Plaza nadie habla del elefante que está en la habitación. Sí, en ésta. Es su respiración.
Pablo Casado se ha resignado porque le ha visto las orejas a Alberto Núñez Feijoo. Ha mandado a Teodoro García – Egea a explorar conversaciones con Iván Redondo. Pero han empezado mal. Porque los nombres nunca deben preceder al proyecto. El consenso necesita una guía maestra. Unas razones poderosas que sean capaces de unir voluntades y neutralizar a descontentos y descartados. La derecha está regalando la centralidad a Pedro Sánchez y todo lo que representa. Aznar habla más -se atreve, duro y despreciativo con Jordi Évole con el Emérito - en la oscuridad que Felipe González en publico. Que ya es decir. Un barco de vacas moribundas navegan sin rumbo por el mediterráneo. Victoria Abril es el pasaporte sanitario de Miguel Bosé. Morante de la Puebla, búhos, cerdos y toros.
Muere a Lawrence Ferlinghetti, 101 años, fundador de la City Lights Bookstore editor de la beat generation Jack Keroauc o Allen Ginsberg Howl “He visto a las mejores mentes de mi generación…” Aquí entran sin complicaciones Jimmi Hendrix, Scott McKenzie, Janis Joplin y toda la maría y LSD que caben en la pantalla y en la red sin reventar. Felipe VI y Letizia Ortiz inauguran el Museo de Arte Contemporáneo Helga Alvear con 3.000 obras maestras en Cáceres. Comienza la exhumación de los primeros 11 fusilados en Alicante. Una manada de delfines riza el Postiguet. Las Cataratas del Niágara congeladas.
Fray Ángel cocina desde el Monasterio de Santo Espíritu de Gilet. Tiene 100.000 inscripciones fans totales en YouTube. Hoy no salen por aquí -y no por falta de motivos- ni Natxo Bellido ni Xavier López del eje progresista distrito digital, l’aixà de tres palms i mig de Gerard Fullana ni la promesa de la derecha alicantina Adrián Ballester. Que no paran. Enric Morera sugiere que podría sustituir a Joan Ribó. Luis Barcala es nada, simplemente, otro rehén de Vox.
Últimamente lloro mucho. Mucho más arriba, entre la tierra húmeda y grave de Leonard Cohen y el piano crudo y desafinado de Tom Waits está mi padre Eugenio De Manuel y mi madre Elvirín Rozalén que todavía son la cuerda del tres y repique que me une a la calle y el río por donde, a veces, pasa la Mare de Déu. Apenas, encanado, puedo respirar desnudo y herido en la orilla helada ni en la profundidad del pozo hondo. Mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González entra justo ahora en la línea 75 y, abruptamente, corta el cordel. Ya no puedo abrir la puerta. Ni el origen de todo, las raíces verdes de los alcornocales, la literatura, la belleza, la vida. Definitivamente de nada. Inma De la Concepción es la última traviesa en el oleaje a la que agarrarme. Y usted, querido lector, que quizás, no haya llegado hasta aquí.