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519 piezas que se descubrieron en el ies jorge juan y se conservan en el mubag

El IVCR+i restaurará los fondos de la antigua Escuela de Dibujo del Consulado del Mar

30/01/2024 - 

ALICANTE. El Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i) restaurará las 519 piezas que componen la colección de dibujos, grabados y cuadernos descubiertos por Pilar Tébar, junto a otros expertos, en los fondos del IES Jorge Juan de Alicante, entidad heredera de la antigua escuela de bellas artes alicantina, la Escuela de Dibujo del Consulado del Mar, ya desaparecida. Un material que cuenta con obras de los inicios de célebres pintores alicantinos como Antonio Rodes o José Aparicio.

Esta colección, perteneciente a la Generalitat Valenciana al haberse descubierto en el instituto de educación secundaria, que es de titularidad autonómica, permanecen en depósito en el Museo de Bellas Artes Gravina (Mubag) de Alicante desde el 6 de septiembre de 2023, a petición de la propia sala, donde ahora se custodia y conserva. Un material en el que se incluyen unos trescientos dibujos, algunos de ellos (una decena) restaurados para formar parte de las muestras Vicente Rodes. El estudio del natural: de la academia al Romanticismo, así como El pintor José Aparicio: 1770-1838, proyectos comisariados por la propia Tébar y exhibidos en el museo alicantino en 2019 y 2022, respectivamente.

Algunos de esos dibujos siguen, de hecho, colgando de sus paredes, concretamente en la recién estrenada primera etapa a la que alude su exposición permanente, bajo el título Del trazo neoclásico al espíritu romántico. Dibujos de Rodes y Aparicio que reflejan los inicios de la escuela de dibujo alicantina, que supuso la base artística sobre la que se cimenta el relato del propio Mubag, que contará con más contenido para exhibir una vez haya sido restaurado todo este material, con el que se pretende, además, crear una muestra temporal específica. “Con estos dibujos se podría hacer una magnífica exposición”, afirmaba el director de la sala, Jorge Soler, durante la inauguración de este nuevo tramo de la exposición permanente. “Queremos hacer un convenio con el IVCR+i para que se encargue de su restauración”, adelantaba durante la presentación, el pasado 17 de enero.

Pilar Tébar junto a algunos de los dibujos de Aparicio descubiertos por ella en el IES Jorge Juan.

Dibujos, cuadernos y cartillas

“La colección tiene unos trescientos dibujos, pero además también están los cuadernos que usaban los alumnos de las escuelas de bellas artes de entonces, con grabados franceses no originales, además de las cartillas donde copiaban las obras los alumnos”, describe Tébar, quien pudo observar que algunas de estas piezas requieren una restauración más importante, ya que esas cartillas y cuadernos tienen hongos por la humedad generada donde estuvieron almacenados hasta ver la luz siglos después. “Tienen valor porque son históricos, algunos datados en 1789”, destaca su entonces descubridora y ahora ahora directora general de Patrimonio Cultura de la Conselleria de Cultura.

Catalogación y restauración por fases

Según explica, el primer paso era que el Mubag tramitara la solicitud, que ya está cursada, para poder iniciar la restauración, ya que es quien dispone de ellos en depósito. Así, podrán trasladarse a la sala tanto la propia Tébar como Gemma Contreras, directora del IVCR+i, para iniciar un proceso de catalogación con el que determinar la recuperación de todos estos fondos por fases. “Hay mucho volumen y el IVCR+i no puede abordar la restauración completa de todo al mismo tiempo, así que habrá que hacerlo en distintas fases y lo lógico sería empezar por los dibujos, que es lo que más valor artístico tiene”, describe Tébar.

La catalogación debería ser relativamente sencilla, puesto que ya estudió e inventarió ella misma parte de este material durante el descubrimiento y, entre esos trescientos dibujos, destacaban una decena de ellos, firmados por Rodes y Aparicio, ya restaurados para su inclusión en las citadas exposiciones. Ahora comenzarán los trabajos con el resto de dibujos, pertenecientes a otros alumnos de esta misma escuela. Desnudos del cuerpo humano, así como partes del cuerpo: cabezas, pies o manos con los que perfilaban su destreza. Primeros trazos de unos estudiantes que también se iniciaban con el dibujo arquitectónico o plasmando flores sobre el papel. “Hay voluntad, así que solo hay que cumplir los trámites burocráticos y empezaremos a trabajar”, sentencia Tébar.

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