ALICANTE. Estoy de resaca, de resaca emocional, pero de resaca al fin y al cabo. Acabo de volver de la celebración del DIA C que organiza anualmente el Club de Creativos en San Sebastián y estoy en el momento de notar el bajón de adrenalina y endorfinas que me llevan al síndrome de abstinencia que comúnmente conocemos como resaca.
El Club de Creativos (C de C) es una organización sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar la calidad del trabajo creativo en España buscando la unión de profesionales, estudiantes y anunciantes para poner en valor la calidad en la ejecución de los trabajos y mostrar al mundo la profesionalidad del sector en España y los grandes trabajos que aquí se desarrollan.
La edición de este año tenía como lema Irremplazables, como homenaje a los profesionales del sector y a su talento como arma todopoderosa frente a la amenaza del uso de la inteligencia artificial cual sustituto de las mentes pensantes y creativas.
La programación de las jornadas, incluía además de las charlas, entrevistas y debates que se llevaron a cabo en el Kursaal y en las que pudimos disfrutar del buen hacer de entre otros Ricardo Llavador, DCE de Casanova; Alaúda Ruiz de Azúa, directora de cine y guionista; Alberto Garcia-Alix, fotógrafo, creador audiovisual, escritor y editor, y Paco León, actor, director, productor y guionista. Unas “experiencias” que han dado lugar a unas jornadas de aprendizaje y disfrute que son absolutamente “irremplazables”.
He tenido la inmensa suerte, el absoluto privilegio y el seguramente inmerecido honor de asistir a una experiencia organizada impecablemente por el equipo de La Creme en la que he cocinado en el restaurante Mugaritz, he conocido de primera mano su trabajo y sus proyectos en su laboratorio de I+D para después compartir mesa y conclusiones con su aclamado cocinero Andoni Luis Aduriz (considerado una de las 100 personas más creativas del mundo según la revista Forbes), mi admirado y para muchos referente del sector publicitario Toni Segarra y otros profesionales de renombre como Ana Torres, directora de marca en Masorange; Agustín J. Sáenz, director de Estrategia, Mercado y Tecnología en Tecnalia, y María Ortiz, key account manager en Disruptivos y miembro de la asociación feminista de tecnología Yes We Tech.
También he asistido a un taller impartido por tres expertos apasionados del cacao, del chocolate y de hacer las cosas bien. Juan Rubio Eguiluz, creador de la comunidad global Wikichoco; Juan Ángel Rodrigálvarez, maestro chocolatero creador de la marca Kankel Cacao, y Rafa Gorrotxategi, empresario y artesano chocolatero, todos ellos en posesión del título del Tercer Nivel de catador de chocolate por el International Institute of Chocolate & Cacao Tasting.
En conclusión, los expertos más expertos de entre los expertos, que tuvieron a bien darnos a conocer y enseñarnos a amar aún más si cabe este apreciado dulce en el que vascos y vileros son líderes en calidad y tratamiento del producto de forma artesanal, protegiendo la materia prima y cuidando su elaboración desde origen hasta su distribución final con el procedimiento reconocido como “bean to bar”, que podríamos traducir como “del fruto a la tableta”, o algo parecido.
Irremplazable es además el “orgullo patrio” que he sentido al ver expuestos los trabajos de las agencias publicitarias de la provincia de Alicante, Utopicum, Getting Better y Sapristi, que junto a Goma, Casanova, Cocolate y Cacahuete Comunicación han asistido al evento como dignos representantes de un sector que agrupado en la Asociación 361º continúa en el empeño de demostrar la calidad de los trabajos que de nuestra provincia salen hacia el resto del país y del mundo entero. Solo nos falta que las instituciones y empresas locales les confíen presupuestos mayores con los que llevar a cabo producciones que les den acceso a los ansiados premios, porque de creatividad y profesionalidad en la ejecución van más que sobrados.
