Estoy guardando en una carpeta de mi ordenador todas las disposiciones legales que se están aprobando para regular la crisis sanitaria desde el primer estado de alarma desde marzo 2020 hasta nuestros días. Está muy llena porque son muchos los centros de decisión del que emanan las normas, Gobierno, Comunidades Autónomas y consideraciones especiales para ciertos municipios, renovación o prórrogas de cada una de éstas, más algunas correcciones de errores.
Abunda la disparidad de criterios, las incoherencias. Todo lo contrario de la necesaria seguridad jurídica que debe presidir el estado de derecho que es un principio constitucional fundamental regulado en el artículo 9.3 de la Constitución. Pero algunos artículos de nuestra Carta Magna se están quedando vacíos o huecos al amparo de la crisis sanitaria. Por ejemplo, el artículo 17 dice que "nadie puede ser privado de su libertad". Está limitada. No podemos movernos en la franja nocturna. El artículo 19, establece el derecho a circular libremente por el territorio nacional. El “derecho a entrar y salir libremente de España”. No podemos salir de la Comunidad Autónoma y en algunos sitios no se puede salir del pueblo o ciudad. Artículo 20 de la Constitución establece que no puede existir censura previa. El artículo 21 que reconoce el derecho de reunión, no podemos juntarnos más de seis. Qué pronto se ha olvidado Pablo Iglesias de cuando en la campaña electoral iba leyendo la Constitución por las televisiones. Yo no tengo que leerla porque la conozco de sobra, pero algunos tienen memoria de pez.
Recuerdo cuando mucho antes de la Covid, se decía en tono jocoso “dentro de poco nos cobran por respirar”, pues ya llegó ese momento y si no te pones la mascarilla, multa al canto. Ya te están cobrando por respirar, literal.
A la carpeta de mi ordenador donde guardo todas estas disposiciones la he llamado "tonterías Covid19", no porque yo considere que la enfermedad es una tontería porque es muy seria. No soy negacionista. Conozco a personas que la han sufrido. Me adelanto al enjuiciamiento rápido que pueda hacer algunos fieles seguidores del gobierno que estos días andan muy “a la gresca” manifestando una intolerancia rancia contra todos los que en algún momento criticamos algunas medidas del gobierno/os.
Esta enfermedad me preocupa tanto o más que a nuestros dirigentes. No tanto por mi salud, que también, como por la de mis hijos y familiares cercarnos. Lo que pasa es que ciertas normas parecen pensadas a lo tonto o mejor dicho como si la ciudadanía fuera tonta.
Las personas responsables de la sanidad en las comunidades autónomas a veces parecen altavoces de lo que hace y dice el Ministro de Sanidad. Los presidentes autonómicos están tan felices porque ahora, desde el segundo estado de alarma, deciden ellos, pero a veces parecen “loritos” de repetición de lo que dice el Sr. Illa. En otras ocasiones las fronteras “autonómicas” generan enormes incoherencias. A finales de octubre un camionero se quedaba atrapado en Orihuela porque no podía traspasar la comunidad valenciana, aunque su destino estaba a seis kilómetros, (Beniel). Mientras, te podías desplazar a más de 300 kilómetros para visitar Morella, la preciosa ciudad de nuestro Presidente Ximo Puig.
Todavía no he entendido por qué los niños /as más pequeñas están libres de mascarilla, pueden ir a clase, tocar pupitres, libros, otras instalaciones y no pueden jugar en los columpios de los parques. Si sus padres les acompañan con gel y evitan las aglomeraciones, no veo mayor inconveniente. Fue de lo primero que se clausuró en el primer estado de alarma y sigue así todavía, ahora.
En Cataluña puedes bajar a pasear al perrito a las 4 de la madrugada si te apetece, pero las personas tienen que estar a las 11 en casa, aunque no vayas a ir de fiesta ni tengas compañía. No te puedes pasear a ti misma. En Ibiza puedes asistir a las gradas de un estadio de futbol para ver un partido y en otros sitios no. Nuestro virus es muy caprichoso.
Ahora ya no están soltando el globo sonda (para medir cómo reaccionamos) de las fiestas de Navidad. Nuestras autoridades se van a portar muy bien en Papa Noel porque nos van a dejar una hora más, podremos regresar a la 1 de la madrugada. Ya sabemos por los Reyes Magos que esos días el bicho va a ser benevolente y respetará los horarios establecidos por nuestras queridas autoridades.
En cuanto tenga un poco de tiempo me pongo manos a la obra para recopilar un Código Incoherencias Covid19.