ALICANTE. Los comerciantes del mercado de artesanía de La Explanada de Alicante, conocidos popularmente como los hippies, activan la cuenta atrás para el cierre de sus puestos tras el fin del permiso municipal para ejercer su actividad en el paseo turístico, después de 40 años de permanencia prácticamente continuada en ese emplazamiento.
Las 30 casetas que siguen instaladas hasta ahora en esa ubicación agotan las últimas ventas este miércoles, sin que puedan volver a atender a posibles clientes a partir de este jueves, día 16. Y todo sin que se haya conseguido concertar una propuesta que tanto los comerciantes como el Ayuntamiento de Alicante puedan considerar viable para que se produzca su reubicación, a pesar de que ambas partes han propuesto distintas alternativas a lo largo de los últimos meses.
Entre ellas, se ha barajado opciones como el Paseo de Gadea; el Paseo de Gómiz, a la altura del Cocó; el espacio de aparcamiento situado junto a la playa del Postiguet; la franja de suelo situada entre el espigón de la misma playa y el edificio del Hotel Meliá; o, por último, la zona comprendida entre la Lonja de Pescado y las atracciones del Mundo de los Niños, en la segunda línea del paseo portuario.
"Hemos presentado hasta cinco opciones al Ayuntamiento y ninguna se ha aceptado", se resigna la portavoz de la Asociación de Comerciantes de La Explanada (AVE), Lucía Ramallo, después de que, este martes, la coportavoz del equipo de gobierno y edil de Ocupación de Vía Pública, Cristina Cutanda, apuntase que esas propuestas habían sido informadas desfavorablemente por los técnicos municipales.
"¿Es que no existe en Alicante una zona en la que podamos trasladarnos?", se pregunta Ramallo, tras insistir en que, a partir de este jueves, 60 familias que dependen directamente de la actividad del mercadillo van a ver en peligro sus puestos de trabajo. "Algunos estamos dando vacaciones a los empleados hasta ver cómo acaba despejándose todo esto", apunta. "No perdemos la esperanza en que se pueda llegar a una solución, porque de lo contrario no sé cuál va a ser nuestro futuro", recalca.
Por lo pronto, el colectivo de comerciantes acatará la orden de cese de actividad, "aunque seguiremos aquí, recogiendo firmas de apoyo en contra del cierre e informando a todo aquel que quiera interesarse sobre la situación en la que nos encontramos", añade su portavoz. Todo, a la espera de que, este domingo, se celebre una nueva movilización para exigir un lugar en el que poder resituar las casetas de venta o, en su caso, la prórroga de su autorización para que puedan permanecer en el paseo hasta que se encuentre esa opción alternativa.
En caso contrario, los comerciantes deberán promover la retirada de sus puestos con fecha límite de 31 de enero, en función del último acuerdo aprobado por el pleno, en el que se concedía esa última prórroga en la autorización para su instalación en el paseo, en cumplimiento del acuerdo aprobado originariamente por la Junta de Distrito número 1, y por el Consejo Local de Comercio, en 2022.
En ese momento, se convino que el paseo debía quedar completamente despejado para que pudiese disponerse para su uso y disfrute por parte de alicantinos y visitantes, con el añadido de que debía buscarse un emplazamiento alternativo para el mercadillo. Por el momento, ese espacio de consenso no se ha llegado a concretar.