ALICANTE. El próximo 17 de mayo es el Día Mundial de la Hipertensión, cuyo objetivo es la concienciación, promoción y difusión de los esfuerzos que se llevan a cabo para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial.
La hipertensión arterial es el primer factor de riesgo de enfermedades cardiacas. Su lema #ConozcaSusCifrasdePresiónArterial tiene por objeto que nos interesemos por conocer cuál es nuestra tensión. La hipertensión es un enemigo silencioso, cuyos síntomas pueden manifestarse cuando esa tensión es ya muy elevada.
La hipertensión arterial afecta a 4 de cada 10 personas de más de 18 años. Está considerada una patología crónica y sus efectos, con el paso de los años, si no se llevan los cuidados adecuados, pueden resultar devastadores para el ser humano.
El aumento de la tensión arterial tiene consecuencias en todo el organismo. En este sentido, la retinopatía hipertensiva es el conjunto de alteraciones que se producen en la retina de nuestros ojos y tienen como origen el aumento de la tensión arterial.
El director médico de Oftálica Clínica Oftalmológica, doctor Enrique Chipont, subraya que la hipertensión arterial puede causar problemas en la visión, tales como neuropatía óptica isquémica, la oclusión de la vena retiniana, la oclusión de la artería retiniana y coroidopatía hipertensiva.
El doctor Chipont sostiene que, entre los principales factores de riesgo para la retinopatía hipertensiva se encuentran “el tabaco, los malos hábitos alimenticios, la obesidad o la edad (personas por encima de los 50 años). Por eso, siempre recomiendo dejar de fumar y llevar una dieta sana y equilibrada”.
La retinopatía hipertensiva puede no presentar síntomas previos. “De ahí -explica el doctor Chipont- la importancia de prestar atención constante a las posibles alteraciones de nuestra visión”.
En este sentido, el consejo del especialista es “acudir al oftalmólogo ante cualquier síntoma o sospecha. La retinopatía hipertensiva puede no avisar y afectar gravemente nuestra capacidad visual en muy poco tiempo”.
En cuanto a los síntomas, destacaremos cuatro, si bien son variados en función del tipo de retinopatía y el momento de evolución en que se encuentran:
Para el diagnóstico, el doctor Chipont sostiene que resulta indispensable un estudio de fondo de ojo y un control estricto de la presión arterial. Especialmente, si la persona potencialmente afectada es hipertensa. En este último caso, el consejo del especialista es “someterse a revisiones periódicas para mantener un cierto control sobre el problema”.
Miopía, hipermetropía, astigmatismo, estrabismo o ambliopía forman parte de las principales patologías visuales detectadas a este grupo de edad en Oftálica