rico y sostenible 

Hermanas Martínez (Alicante): urbanita y saludable

Lo llaman “food atelier”, y podría estar en cualquier capital europea, pero está en Alicante

26/01/2024 - 

La primera vez que entré en Hermanas Martínez sentí que había viajado a cualquier otro lugar. Nueva York, Londres o Melbourne, quizá. Es un local sencillo, desenfadado y coqueto, nada pretencioso e impregnado de la personalidad de sus creadoras: Marina, periodista gastronómica y Claudia, Doctora en Biología especializada en inmunología y nutrición, a la que llegó debido a sus problemas digestivos. “Cuando salía a comer por ahí, echaba en falta platos ricos pero saludables”, explica. La primera aporta un enfoque muy hedonista y la segunda, el más consciente. Abrieron Hermanas Martínez en 2020, aunque llevaban años con el proyecto en mente. Comenzaron ofreciendo comida para llevar, porque cuando llegó el confinamiento de 2020 estaban a punto de abrir el local, tras dos años de obra y vicisitudes varias. Ahora, es una de las cafeterías con más personalidad de Alicante ciudad, donde ir a tomar un buen café de especialidad, a desayunar su tostada con aguacate y huevos o a comer una ensalada de col kale. Reconocen que hay gente que confunde lo saludable con lo vegetariano, pero ellas apuestan por la alimentación ancestral, por productos que nos da la naturaleza, muy altos en nutrientes y muy poco procesados. “En invierno no hay pepinos por algo, pero sí coles, que es lo que el cuerpo necesita”, justifican.

Marina y Claudia siempre han vivido la gastronomía desde su infancia, ya que en su familia ha estado muy presente. “Hemos viajado comiendo”, cuentan. El trabajo de fin de carrera de Marina fue una revista gastronómica y años después llegó a crear su propio medio, La Rotativa. También impartía cursos de cocina o colaboró con Plateselector. “Yo quería ser uno de esos que entrevistaba”, nos confiesa. Ahora es ella la entrevistada, porque Hermanas Martínez es uno de esos lugares que no pasa desapercibido. Su inspiración fue la cultura australiana, tan devota de los desayunos.


Aquí, el día comienza a las nueve de la mañana con un café de especialidad de Nomad Coffee o un té matcha, que puedes acompañar con un rollo de canela (el único dulce de su propuesta que lleva gluten) o con un donut de chocolate y boniato. Para endulzar la mayoría de sus bocados golosos, emplean azúcar de coco, dátil o eritritol. También elaboran sus propias mantequillas de frutos secos o granola, que venden al peso tanto en el local como a través de su web, desde la que hacen envíos a toda España. Si prefieres desayunar algo salado, te gustarán los huevos shakshuka. 

A media mañana, quizá te llame la atención su sándwich de pastrami (de Rooftop Smokehouse) con pan de masa madre ecológico de Cocopan, aunque tienen una decena de emparedados diferentes. También ofrecen panes sin gluten, y otros tres ideados para dietas paleo o keto de almendra, coco o semillas. No tienen refrescos, pero sí la kombucha de Lov Ferments. “No tiene sentido vender salud y ofrecer Coca Cola”, reivindica Claudia. El vino (biodinámico y sin sulfitos) es de SK Viticultores y la cerveza artesana de Althaia (Altea). 


A mediodía siempre hay un plato de cuchara, como un curry, y otros con salmón o con ternera de pasto. Tratan de trabajar siempre con carnes ecológicas y sus huevos son de gallinas criadas en libertad, pero con las frutas y verduras no siempre lo consiguen. “Necesitamos que el aguacate siempre esté bien, porque nuestra tostada estrella lo lleva. Para dar continuidad no se puede ofrecer producto de temporada”, reflexionan. A veces, la coherencia y la tan buscada sostenibilidad están reñidas con los ritmos estables pero antinaturales que marcamos los comensales.

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