por amor al arte / OPINIÓN

Hedy Lamarr

8/03/2020 - 

Hoy es el día de las mujeres en el siglo de las mujeres. Uno que es un rojo viejuno asiste divertido y rejuvenecido -bares, qué lugares Marx, Mao, Popper, Rosa de Luxemburgo- a la sórdida guerra entre el feminismo post-moderno y el tradicional. Hoy me siento mujer en todos los sentidos e identidades -aquí iría bien cuatro segundos de la Internacional- y nacionalidades. La dispersión es el privilegio de la izquierda militante o deseante. Barras de bar, vertederos de amor. Nenas, no nos distraigamos. Si queréis estimularos aunque sea nada más que para relajaros escuchad y leed al Comité Central de la derecha patria y mundial, y casi siempre cobarde. En las librerías de la derecha española se han agotado las existencias del feminismo amazónico de Camille Paglia. Casi caigo preso de Consuelo-Cayetana Álvarez de Toledo pero me da un gatillazo al salir a continuación, sólo 20 segundos después Trump en la pantalla. Está claro que Irene Montero exhibirá su trofeo hoy. Con algún estropicio que otro. Carmen Calvo. Pelillos a la mar. Cosas de la éllte: la casta. Millones de mujeres viven a ras de tierra. Los hombres no ponderamos ni sabemos releer a nuestras abuelas, madres o hijas. Estamos en un cambio de era. Hay que pensar las leyes. Y el mundo. Millones de mujeres se estrellan contra la frontera de Grecia. El techo de su identidad. Erdogan y Dios. Hedy Lamarr, valentía y talento. El miedo paraliza. Ni una duda. Todos a la calle.

Ahora que me habéis vuelto un poco más desahogadas y/o tranquilos después de las manis y el aperitivo, os abriré lo que queda de mi corazón, bueno, vale, parte de la verdad verdadera. Amén. De Sigmund Freud a Maquiavelo. Pablo Iglesias y Pedro Sánchez no son Mónica Oltra ni Ximo Puig. Quiero decir que el Botànic en sus dos versiones es una historia de amor y que el gobierno social-comunista está en fase -con perdón- anal, explorativa. Competitiva. El alma fenicia y eterna del esmorçaret frente a la mole granítica de la Castilla eterna. Sánchez llamó ya al orden la reunión del viernes y ha convocado ejercicios espirituales urgentes e inexcusables para pesar almas y acabar de fijar al menos hasta el verano la mitología y poderes de sus tres gobiernos únicos y verdaderos: el nominal, el de los nuevos y el de Iván Redondo que estás en los cielos. Menos mal que tenemos a Fernando Simón. El poder tiende a reproducirse exponencialmente. Que se lo digan a Pablo Casado y a Feijoo. Y a Inés Arrimadas que va a barrer. A Santiago Abascal, que se va a autocoronar este fin de semana emperador del más alla de las montañas nevadas. Y por supuesto, a nuestra supervitaminada incendiaria de Les Corts y enamorada a la luna de València del bou embolat Isabel Bonig.

Carlos Mazón antes de merendarse a la lideresa debe de despejar a córner la financiación del PP alicantino en época del ausente César Sánchez. Adrián Ballester ha subido a la red elegantemente. Y ahora es cuando sale Gerard Fullana -amb la seua aixà- saltando la acequia del teclado y la pantalla pidiendo la cabeza de Eduardo Dolón. Espectacular el despliegue propagandístico -besapiés y besamanos- de la derecha indígena -se estudiará e el MIT como ejemplo de disfuncionalidad disruptiva- para desdibujar el proyecto de la Generalitat Alicante Digital. Alacant a part… ¿tú eres del hub digital de izquierdas o del de derechas?... El neoalicantinismo despilfarrando recursos y esfuerzos inúltimente.  El triángulo de las bermudas. El resto del barco a la deriva. Los que se asoman allá arriba del acantilado saludan la suelta de los leones. Devórame otra vez.

Luis Barcala es como Sonia Castedo pero en moreno. Y sin caballo blanco. Te estoy amando locamente. El alcalde está mareando la perdiz -para que se entienda, jugant a la puta i la ramoneta- con los tardíos presupuestos de este 2020. Una zarzuela. Junto a la estupenda recitadora de Miguel Hernández, Mari Carmen Sánchez, está representando el sainete de los celos de la amante con piso y derecho a herencia: sí, la ultraderecha. Ahora están festeando. El número final será un bodorrio. Natxo Bellido y Xavier López  han ensayado sus papeles y alguien acabará empujándoles a escena como vedettes en el coro. A un servidor, que es un fan total, le parece más coherente y libre como viento en la pradera la posición de Paco Sanguino y el Frente Sanguinista: primero respeto. Hablar. Decantar. Y pactar. O no. La caza de búfalos y los platos precocinados pueden ser indigestos. Especialmente cuando el principal ingrediente secreto es Vox. Dame veneno. Los Chunguitos.

Mañana vuelve -sin Corinnavirus- el Papa emérito -sí, ya se que es malo- a València. La fiscalía anuncia pactos con inculpados arrepentidos que pueden ser letales para Juan Cotino. La gente tira de la manta. El Pare Camps en su hornacina y su farmacia preside allá arriba de la mascletà el cielo azul terroso del principio de otra primavera. Aquí es cuando entramos nosotros, lectores y escrivivientes en busca de la verdad. Y nuestra pasta. Los restaurantes chinos cierran en Fallas por miedo a contagiarse del personal indígena y visitante.

Nieva. Ulula el viento en la trinchera. El Pico Espadán se refleja en la Vía Láctea. Surge el milagro Lamarr. Abajo en el pozo hondo, clareando, se lanza mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González. En el fondo encuentra el anillo. La luz. Que es él mismo hablando conmigo. Tocan las cinco y media en la Vall. Inma De la Concepción, tiernamente, me besa. Una punzada. Su mirada es nuestra tierra. Nuestra historia. Vamos, me dice, bajemos a la manifestación. Te están esperando los lectores. Quizás, en este segundo, usted…

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