ORIHUELA. El proyecto de construcción de viviendas que planea sobre Cala Mosca, en Orihuela, en el único kilómetro de playa virgen que queda en su litoral y al que el Consell dio ayer una declaración favorable de impacto ambiental, aún no es una prioridad para la promotora. El grupo Gomendio, matriz de la firma Playa Salvaje SA, encargada del plan en Cala Mosca, aún no maneja el proyecto para esta zona del litoral oriolano. Desde la firma, de hecho, aseguran que en este momento trabajan en dos obras de viviendas en Punta Prima, en Torrevieja, en una zona cercana a la de Cala Mosca y para la que aún les queda dos años de labores para completar. Además, en el mismo sector de Punta Prima en el que construyen, aún les quedan libres otras tres parcelas en las que planean nuevos proyectos urbanísticos que irían antes del de Cala Mosca, según sus previsiones en este momento, y por lo tanto, relegarían hasta dentro de dos años los planes para la zona oriolana.
El Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) publicó ayer el visto bueno a la declaración ambiental para construir 1.500 viviendas en Cala Mosca en un plan que ocuparía 456.000 metros cuadrados del litoral. Este proyecto ha estado recurrido desde hace décadas por ecologistas, grupos políticos y vecinos de la costa, con el fin de tratar de frenar le urbanización del enclave, que acabaría con el último kilómetro virgen de costa en Orihuela.
El Consell, así, vira en su anuncio de poner freno al crecimiento del suelo urbanizable en la costa oriolana. Así, el ritmo de crecimiento en las nuevas construcciones en la costa oriolana era motivo de preocupación para el gobierno autonómico, que el año pasado emitió dos informes desfavorables a las peticiones del Ayuntamiento de Orihuela de aumentar el suelo urbanizable en la zona. No obstante, sí que permitirá el plan para Cala Mosca.
La Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental, pide estudios adicionales antes de la aprobación del proyecto de urbanización para comprobar que se ajusta a los condicionantes de la resolución o si deberán reclamar más documentación complementaria a la declaración de impacto ambiental ya emitida. De momento, hasta que se apruebe y ejecute el proyecto de urbanización, la empresa deberá impedir el paso de en zonas de especies protegidas con cerramientos provisionales. En un mes, la promotora deberá demostrar que ha ejecutado estas medidas.
El Consell, resuelve, pues aceptar el proyecto de construcción, desde el punto de vista ambiental y solicita varias modificaciones al proyecto de urbanización. con el fin de poder urbanizar. Así, para ejecutar el proyecto, antes se debe garantizar la disponibilidad de recursos hídricos, de su evacuación y tratamiento para atender la demanda de la UE -2 del sector D-1, así como las infraestructuras para la recogida y gestión de los residuos sólidos urbanos.
La superficie de anchura legal de la vía pecuaria presente en los terrenos, la Cañada del Mar, que es de 20 metros en el trazado, no computará a efectos urbanísticos y será compatible una vía peatonal.
En materia ambiental, se debe corregir en las normas urbanísticas el régimen jurídico de zonas verdes y áreas de juego en zonas que albergan especies protegidas, en concreto, en las parcelas 30, 28, y 33. Asimismo, se debe preservar y recuperar las especies significativas y ampliar como hábitat de especies protegidas el tercio sur de la parcela seis, integrándose en la parcela 28c, donde no se podría construir.
En este sentido, alegan desde el Consell, para preservar la el medio ambiente del área, se debe suprimir el equipamiento de playa en la parcela 30 y reubicarlo en otra zona sin protección. Lo mismo ocurre con aparcamientos y otras infraestructuras propuestas en áreas protegidas, que deben, o bien reubicarse o suprimirse. No obstante, el aparcamiento planeado al lado del paseo marítimo de Playa Flamenca o Cala Mosca, se podrá mantener si tiene tanto la entrada como la salida se realizará desde la calle de los Claveles, si está acotado perimetralmente para impedir la salida de vehículo a zonas protegidas y debidamente señalizado para canalizar el tránsito peatonal y ciclista.
Las vías ciclistas propuestas deberán revisarse e incluir un estudio técnico de evaluación de afección que se está produciendo por las sendas actualmente utilizadas para acceso a las calas y playas, y de conexión con el carril-bici.
Grupos políticos y asociaciones vecinales han presentado numerosas alegaciones para frenar este proyecto. Entre ellas, se argumenta que, desde 1990 y a través de sucesivas reclasificaciones en modificaciones puntuales del Plan General, "no se atienden a criterios racionales que justificaran el crecimiento desde un punto de vista global, han supuesto un aumento de unas 400 hectáreas de superficie del suelo urbanizable". Para Cambiemos Orihuela, existe un crecimiento desproporcionado del suelo urbano en Orihuela Costa, "que ha dado lugar a la construcción de numerosas urbanizaciones aún sin ocupar y que ha generado necesidades inasumibles para la Administración local en relación a la gestión de los servicios y a la construcción de nuevas infraestructuras". Asimismo, se ha apuntado a que el aumento de superficie urbanizada en la costa "coarta la posibilidad de crecimientos necesarios, contenidos y sostenibles en otros núcleos urbanos del término municipal" y que, los flujos de atracción de habitantes a las más de 1.500 viviendas proyectadas para el sector Alameda del Mar tendrán, exclusivamente, carácter de turismo residencial y estarán motivadas por un supuesto impacto positivo en términos socioeconómicos.
Cambiemos Orihuela buscó la protección de Cala Mosca frente a la urbanización a través de un resquicio legal. La formación decidió poner la pelota en el tejado del Ayuntamiento oriolano para que actuara por revisar de oficio el proyecto urbanístico para la zona, desde su inicio, y poder considerar su nulidad porque carece de un informe esencial para la permuta de suelo.
El Consell anunció su plan para limitar el suelo urbanizable de la Vega Baja, con el Plan de Acción Territorial (PAT), que, según el gobierno autonómico pretende garantizar la sostenibilidad del crecimiento de la comarca en los próximos años. No obstante, en Cala Mosca ha hecho una excepción y permitirá la construcción de las viviendas proyectadas desde hace décadas, aunque con algunas salvedades. Precisamente, desde hace décadas los grupos ecologistas, residentes en el litoral y partidos políticos se han movilizado para frenar la construcción. Así, en su base recoge que el PAT quiere determinar las necesidades de construcción de nuevas viviendas y evaluar el actual suelo planificado de los municipios para "ver si se ajusta a las demandas reales, y es compatible con el diseño de la infraestructura verde".
Quieren identificar territorios de oportunidad y nueva centralidad urbana para atraer actividades innovadoras, diversificando los usos y generando nuevos polos de atracción de inversiones. Al parecer, Cala Mosca no ha entrado en ese plan.
El grupo Gomendio tiene en marcha nuevas fases y obras de viviendas en dos zonas de Punta Prima. Una de ellas es la urbanización La Recoleta, donde se ubica una urbanización cuenta con piscinas y amplias zonas ajardinadas. La otra es Panorama Mar, donde también hay una nueva fase en marcha, de 39 viviendas de dos y tres dormitorios con vistas al mar, con piscinas, jacuzzi y zonas ajardinadas. La firma tiene como fin acabar las obras y ventas en estas zonas y otras parcelas de Punta Prima antes de comenzar en Orihuela.