ALICANTE. Golpe en la mesa de Juan Carlos Ramírez. El empresario vasco se presentaba este miércoles en el estadio José Rico Pérez para cantarle las cuarenta al vestuario blanquiazul antes del entrenamiento.
Fueron 20 minutos en los que Ramírez le leyó la cartilla a los jugadores por el pobre rendimiento que están ofreciendo, instándoles a reaccionar de manera inmediata en las cinco jornadas que restan antes de las vacaciones de invierno y el inicio de un mercado de fichajes en el que les recordó la posibilidad de abrir la puerta a más de uno.
El cuerpo técnico con Jesús Muñoz a la cabeza, el director deportivo Javier Portillo y el presidente Carlos Parodi fueron testigos de un encuentro en el que el socio de Enrique Ortiz, fiel a su estilo, no se anduvo por las ramas, llegando a señalar a algunos jugadores como Yeray, Fran Miranda, Carlos Martínez o Benja; algo que utilizó para hacer una velada defensa de Portillo y su proyecto de plantilla.
También abordó el empresario vasco el asunto de la mensualidad que se les adeudaba a los jugadores: estos percibieron ayer, coincidiendo con la vista de Ramírez, la nómina de octubre. Un retraso que el empresario dejó entrever que podía repetirse.
Tras el entrenamiento fue Diego Benito, uno de los capitanes, el encargado de dar la cara. El mediocentro madrileño se esforzó en quitarle hierro al asunto: "No han sido palos, si no verdades a la cara. Nos ha transmitido su pensamiento (...) No están contentos con nosotros, ni nosotros con nuestro rendimiento", señalaba Benito para, a continuación, precisar que se les había pedido que estén "más unidos que nunca, que nos digamos las verdades a la cara" y que Ramírez había estado "moderado, educado y hablando con respeto".
Está por ver qué efecto tiene el rapapolvo de este miércoles en el grupo que solo ha sido capaz de sumar dos de los últimos nueve puntos y ocupa plaza de 'play-out' de descenso a Tercera. El domingo, en el Camilo Cano de La Nucía, será el momento de comprobarlo.
El Hércules se desangra por los cuatro costados: a nivel deportivo está cerca de dar por amortizada la temporada cuando tan solo se ha cubierto un trimestre de la misma y a nivel institucional, los retrasos en el pago a los jugadores ponen de manifiesto que a Ortiz y Ramírez les cuesta cada vez más rascarse el bolsillo.