ALTEA. El Castell de L'Olla de Altea siempre ha sido una pasarela de VIP's. Con el Partido Popular en el Palau, en la Diputación, y en el ayuntamiento, aquello fue un rodillo. No hubo político popular que no pisara la finca de Villa Gadea, donde se han celebrado, además del espectáculo de fuegos artificiales, saraos de tipo para que la farándula popular se encontrara como en casa. Hubo un paréntesis socialista, en el que los fieles de Leire Pajín, también acamparon a sus anchas. Pero desde 2015, Villa Gadea es feudo de Compromís, aunque la organización vaya de la mano de la Cofradía de Sant Llorenç.
El año pasado, con el 30 aniversario del Castell, Compromís tiró de veta y trajo al conseller Climent, al diputado Baldoví y a toda la corte provincial nacionalista. Este año, han bajado el pistón. La máxima representación la ha ejercido el presidente de les Corts, Enric Morera, quien ha sido un privilegiado al asistir a la reaparición del diputado popular Gerardo Camps, en la retaguardia desde que un joven parlamentario del PSPV, hoy secretario de Organización de Puig, José Muñoz, le sacara los colores con los gastos en su etapa de conseller. Camps ha estado en conserva y desde entonces, no participó ni siquiera en la campaña de diciembre de 2016, de la que repitió como diputado sin protagonizar ningún mitin.
El alcalde de Altea, Jaume Llinares, y el presidente de la Cofradía, José Pérez Picarraco, han sido los encargados de dar la bienvenida a la retahíla de políticos de todos los ámbitos que se han acercado hasta Villa Gadea para presenciar el espectáculo. El subdelegado del Gobierno en Alicante, José Miguel Saval, ha sido uno de los primeros en hacer acto de presencia junto al portavoz socialista en la Diputación de Alicante y alcalde de Xàbia, José Chulvi, acompañado de concejales de su corporación, y la directora general de Justicia, Verónica López o el director general de Agua, Manuel Aldeguer. Mientras, el concejal de Cultura de Altea, Diego Zaragozí, despachaba con la secretaria del Consell Valencià Escolar, Encarna Cuenca, junto a otros ediles anfitriones como Anna Alvado o Pere Barber.
Le ha seguido el alcalde de Callosa d'En Sarrià, Batiste Saval, como avanzadilla a los representantes de las universidades. Este año, ha repetido, el rector de la Miguel Hérnandez, Jesús Tadeo Pastor, que el año pasado compartió mesa con Manuel Palomar, de la Universidad de Alicante. Este año, el vicerrector de Cultura, Carles Cortés, ha sido el representante del campus de San Vicente del Raspeig.
La delegación más numerosa, una vez más, ha sido la del PP. Además, de Gerardo Camps y de Saval, casi todos los concejales populares de Altea han acudido fieles a la cita, con su presidente, José Miguel Cortés (también presidente de Caixaltea) a la cabeza. Les ha acompañado el alcalde de Finestrat, Juan Francisco Pérez, y los diputados provinciales Javier Sendra (Medio Ambiente) y Jaume Lloret (Emergencias), que ha ejercido de representante del presidente de la Diputación. Los populares han posado todos juntos: por unas horas, han olvidado el cisma que vivieron en Altea a principios de julio con dos candidaturas en liza para la presidencia local.
Por último, la parte empresarial la han ostentado el presidente de Hosbec, Antoni Mayor, y el secretrario general de CEV Miguel Ángel Javaloyes. Han llegado justo a tiempo para presenciar la entrega de premios con los que la Confradía de Sant Llorenç reconoce la labor de los medios de comunicación que cada año se hacen eco de un espectáculo pirotécnico único, y que reúne a más de 50.000 personas,