VALÈNCIA. En Culturplaza nos hemos propuesto un reto: retratar a aquellas creadoras y creadores jóvenes que dan forma a la nueva cultura valenciana. Una Generación V que ha llegado, no solo para quedarse, sino para sacudirlo todo. Toca jugar a este particular ‘Quién es quién’. Hoy: Javi Beltrán.
-Momento en el que supiste que querías dedicarte a ello:
-Desde que era pequeño siempre me han encantado los cómics. En mi casa siempre había algún Mortadelo o Súper López por ahí, además de revistas tipo El Víbora. Dibujar era mi pasatiempos favorito y ya desde que tenía unos 7 años hacía mis propias imitaciones de Anacleto o de Spiderman en folios de oficina. No obstante diría que cuando decidí que me iba a volcar en ello de forma seria fue justo antes de entrar en Bellas Artes, en 2018.
-Cuéntanos todo lo que debemos saber de tu proyecto creativo en un Tweet:
-No me gusta mucho explicar mi trabajo. Creo que es un ejercicio para el lector, yo te suelto mi movida y tú ya la gestionas. Hago cómics.
-Si mañana se publicara tu biografía, ¿qué título tendría?
-Javi Beltrán: La Biografía.
-¿Qué le preguntarías a una bola de cristal?
-¿Cómo puedo conseguir mucho dinero haciendo cómics?
-Un disco, película/serie y libro:
-Disco: La estanquera de Saigón. Me recuerda a cuando tenía 16 y daba vergüenza ajena. Me mantiene humilde. Serie: Better Call Saul (soy yo literal) y Succesion me está flipando últimamente. Libro: El gordo de porcelana de David Pascual.
-Momento artístico/profesional "tierra trágame":
-Me desperté y me di cuenta de que había olvidado que había una feria de cómics en la que quería enseñar mi dosier de Putobuenrollismo a las editoriales desde hacía meses. Era sábado y fui por toda Valencia corriendo literalmente por la calle para imprimir los dosieres que tenía preparados. No había nada abierto salvo una especie de ludoteca sórdida en la que me gasté unos 20€ en impresiones. Luego fui a un bazar a comprar un cutter, una regla, una carpeta y una grapadora para guillotinar y grapar los folletos estilo fanzine. Me dejé otros 10€. Quedaron “aceptables”. Supliqué a mi madre para que me llevase y le jodí la tarde porque no sé conducir (estoy en ello).
Con toda la vergüenza del mundo, me pasé puesto por puesto de todas las editoriales enseñando mis dosieres como un pringado. Tanto los autores a los que he conocido como los libros que he leído sobre el tema siempre recomiendan ir así, en plan old school, a por las editoriales, “para que vean el interés real”. Absolutamente todas me dijeron que no estaban en modo revisar dosieres, sino en modo vender (comprensible) y que hoy en día todo funciona por email (más compresible todavía). En definitiva, que ninguna ojeó si quiera el dosier. Me sentí como un estúpido. Era lógico, en las webs de las editoriales lo ponía, pero yo me creí demasiado especial. Como consuelo me quedaba una charla de Jan, el dibujante de Súper López, al que admiro y respeto desde pequeño, que tenía lugar en el evento. No obstante hablaba un catalán muy cerrado y le costaba mucho por la edad.
Así que ahí estaba yo, después de un día entero de locura desde primera hora de la mañana, desquiciado, con una carpeta llena de dosieres en la que me había dejado 30 pavos, avergonzado y humillado, escuchando a mi ídolo de la infancia pero sin entender nada. Acabé el día llamando a mi novia llorando como un niño.
-A qué artista le dedicarías una calle:
-A los artistas que más admiro los conozco en persona y ninguno se merece una calle.
-¿Cuáles son tus emojis más utilizados?
-¿Cómo/dónde te ves de aquí a 10 años?
-Dando una charla en Fnac sobre mi último cómic publicado en tapa dura por una editorial tocha. (Este hipotético cómic ha sido vendido a Francia y Estados Unidos y se está rodando una película en Japón). Vienen todos mis seres queridos y me dicen “te queremos, estamos muy orgullosos de ti”. Yo hablo y respondo preguntas y después firmo ejemplares a gente de todas las edades; chavales, adultos y ancianos. De entre ellos aparece mi profesor de plástica de bachiller y me dice “te dije que lo conseguirías”. Me pongo a llorar de la emoción y nos abrazamos. Después vuelvo con mi novia, Claudia, a nuestra casa. Un piso en plan hipster de Ruzafa, con plantas y techos altos y nos besamos en la boca.
-Tres cuentas de creadores valencianos que DEBEMOS seguir en redes:
-@picossta, @_anaroda (a estas dos las pongo por compromiso social porque son mis mejores amigas) @agima09, @ataraxed y @andreu.belcebu son los primeros que se me vienen a la cabeza. Todos son buenísimos en su terreno. Si tuviese que montar un colectivo les llamaría los primeros.
-Completa la frase: La Generación V es…
-Masoquismo e incertidumbre. Artistas que vamos saltando de trabajo precario en trabajo precario sin muchas garantías de un futuro estable, pero que aun así seguimos haciendo y compartiendo lo que nos apasiona. Espero que no haya quedado muy cursi y que algún día podamos vivir de lo que nos gusta.
