ALICANTE. La concesión del edificio del faro del Cabo de las Huertas para su rehabilitación y transformación en restaurante, acordada por el consejo de administración de la Autoridad Portuaria en julio, ha generado de manera improvisada un frente de contestación política y social que se ha traducido en la interposición de decenas de alegaciones.
Al cierre del plazo para registrarlas, han trascendido al menos las registradas por Unides Podem, Compromís, PCPV, la plataforma Salvem el Nostre Patrimoni, la Asociación Amigos de los Humedales del Sur (AHSA) y Ecologistas en Acción, entre otras entidades y colectivos sociales.
Pese a sus distintos matices, prácticamente todas las objeciones planteadas destacan el valor patrimonial del inmueble y el del paisaje en el que se integra y solicitan que se deje sin efecto el acuerdo de adjudicación de la concesión al grupo Restaura Gestión Forty. En su lugar, solicitan que se acondicione para su uso público como centro de interpretación de la naturaleza, al modo de otras iniciativas que ya se han adoptado por lo que respecta a otros faros situados en la provincia. Entre ellos, el de Xàbia, por ejemplo, cedido en régimen de concesión al ayuntamiento del municipio.
Igualmente, la mayoría de las alegaciones advierte de la posibilidad de que se altere el inmueble que ocupa el faro, así como su entorno, mediante la realización de obras de acondicionamiento de los accesos para su explotación hostelera. Con todo, según las fuentes consultadas, durante el plazo de exposición pública también se habría registrado aportaciones favorables a la concesión en las que se solicitarían algunas correcciones de mejora sobre las condiciones de la restauración del edificio.
Como informó Alicante Plaza, la convocatoria -amparada en el programa Faros de España puesto en marcha por Puertos del Estado con el fin de garantizar la conservación de los edificios de ayuda a la navegación y darles un uso alternativo- contó con cinco licitadores interesados en su conversión en restaurante. La propuesta de Forty fue la mejor puntuada por los técnicos, tras valorar su proyecto de restauración del edificio del faro, que quedará al margen del uso hostelero propuesto para el edificio anexo que servía como vivienda del antiguo técnico de señales a cargo del funcionamiento del faro.
