ELCHE. El Ayuntamiento ya respira tranquilo —parcialmente— con el asunto de Nuevos Riegos El Progreso. Tras empezar esta misma semana las obras para cambiar el apuntalamiento, algo que ha asumido de forma subsidiaria ante la negativa de los propietarios a hacerlo, esta misma mañana se ha vuelto a abrir al tráfico la zona de la Plaza de la Constitución. Desde el mediodía, tanto los vehículos como los peatones han transitado con normalidad por la calle Almórida, que llevaba cortada desde la suspensión cautelar del derribo. Una actuación que se ha adelantado, ya que estaba previsto que se finalizara la intervención el lunes.
A este respecto, el alcalde Carlos González ha aseverado que “esta obra estaba planteada para hacerse con la máxima celeridad posible, porque tanto los técnicos municipales como la propia empresa adjudicataria del apuntalamiento eran conscientes de la necesidad de acabar en el plazo más corto posible”. De esta forma, los autobuses de las líneas E y J, que habían tenido que desviar su ruta habitual por el apuntalamiento de urgencia, vuelven a su trayecto normal. Tras este nuevo apuntalamiento, vertical y horizontal para cubrir toda la fachada, pues el anterior no cubría un tercio de la misma, también los comerciantes ven solucionados sus problemas, pues las quejas por el corte de tráfico no sólo han venido de la ciudadanía y la oposición.
Sorteado este obstáculo, aún queda lo más importante, y es que la Conselleria se pronuncie al respecto del futuro del inmueble. Aún está dentro de los dos meses de plazo que tiene para pronunciarse, pero desde el equipo de gobierno vuelven a insistir en que haya celeridad con la decisión: “la Conselleria es perfectamente consciente de que al margen de que se haya normalizado la circulación hay una cuestión jurídica que tiene que ver con la conservación de nuestro patrimonio y que exige una respuesta en el menor plazo posible. Lo que nosotros esperamos es que la Conselleria resuelva sobre la cuestión de fondo, el valor patrimonial de este inmueble, en relación con la denuncia presentada por un grupo de particulares que piensan que el edificio de Nuevos Riegos el Progreso es digno de conservación”, ha explicado el primer regidor.
Una decisión que de momento no ha llegado, y que puede suponer más trabas de las esperadas, puesto que los dueños del inmueble ya han avisado que van a pedir una indemnización a Conselleria por la paralización in extremis de la demolición que ya estaba en curso. De hecho, con el nuevo apoyo para la fachada se han tapiado también los huecos laterales, puesto que la cubierta se había empezado ya a desmantelar.