BENIDORM. Las obras del Delfin Tower se dan por finalizadas. La promotora Goya Real Estate celebró este miércoles su fiesta de inauguración rodeado de sus clientes, amigos y empresas colaboradoras. Día en el que además, los nuevos propietarios empezaron a escriturar sus viviendas, según apuntó a este diario el CEO de la empresa, Sergio Vidal Balaguer, quien acompañó a los medios de comunicación para dar a conocer los detalles del nuevo edificio en un recorrido privado por sus instalaciones. Con su apertura, algunos de los clientes ya mostraron su intención de dormir su primera noche este mismo miércoles.
Tal y como trasladan desde la promotora, fue concebido desde su inicio como un "hito arquitectónico y de sostenibilidad" enmarcado en el sector del lujo. Sus pisos, muchos de ellos rebasando el millón de euros, así lo atestiguan. Como ya adelantara Alicante Plaza, en marzo de este año cosiguió vender su piso más caro: 2,8 millones de euros.
¿Quién dijo que Benidorm no tenía clientes de este tenor? Vidal comentó que de las 39 viviendas que tiene el edificio, 33 de ellas ya están vendidas. Y no sigue la estela de otras promociones de reciente construcción, como es el caso de Benidorm Beach o los numerosos levantados por TM Grupo Inmobiliario en Poniente. En el caso de Delfin Tower, el 70% de los clientes son nacionales, algunos de ellos incluso de Benidorm.
En un principio constaba de 44 viviendas, si bien es cierto, algunas de ellas se han terminado uniendo en la misma planta a petición de los propios compradores, tal y como detalla Vidal. Entre las curiosidades de sus instalaciones, el edificio cuenta con un almacén de equipos de deportes náuticos.
Su carácter es claramente residencial. Vidal señala que la mayoría de ellos tienen la intención de vivir en la ciudad, aunque habrá quien lo use como segunda residencia. Eso sí, lo que no se verá allí es el alquiler vacacional por días o semanas. La propiedad aprobó vetar este tipo de actividad turística, por lo que solo se permite el arrendamiento de larga estancia. Una posición que contrasta con lo que es la propia ciudad, capital de la Costa Blanca y líder en el alojamiento de este tipo.
Desde la promotora son conscientes de que uno de sus principales atractivos está en que se encuentra en primera línea de playa de Poniente, la menos concurrida de la ciudad, y la única parcela que tenía opción de levantar un nuevo rascacielos con vistas al mar sin ningún edificio delante. Como se recordará, este terreno formaba parte de las zonas comunes y deportivas del mítico hotel Delfín, que se ha quedado con el espacio dedicado al alojamiento y sigue abierto. Un gran contraste de arquitectura de los inicios turísticos de la ciudad, con el estilo moderno que le ha dado el nuevo rascacielos.